Mujer sanguinaria hacía tamales con carne humana por venganza
Era una de las asesinas en serie más crueles de Honduras
- domingo 09 de junio de 2024 - 12:00 AM
Aprendió a hacer brujería en Belice, ‘herencia de su madre’ que vivía en ese país y hasta donde viajó para perdonarla por su abandono.
Fue abandonada por su madre, por lo que quedó al cuidado de su padre, de quien fue víctima de violación y, la vendió en cuatro ocasiones. Además sufrió maltratos de su madrastra. Alma Clotilde era originaria de Roatán, una de las islas Bahía, Honduras.
Para el padre del sicoanálisis, Sigmund Freud, la mayoría, si no todos los trastornos del ser humano nacen en la infancia. Este tal vez fue el caso de Alma Cleotilde Grand Pérez, conocida como “La Bruja Cleo”.
Esta mujer fue violada por su propio padre cuando apenas era una niña; además, la vendió cuatro veces pero ella siempre regresaba a casa. Su madre la abandonó con sus hermanos cuando tenía nueve años.
”La Bruja Cleo” asesinó a más de una docena de hombres, ya que desde niña aprendió a odiar a los hombres; el primero de ellos fue su pareja sentimental, presuntamente lo mató porque él la contagió con el VIH, lo descuartizó y sus restos los preparó y salió a vender como carne asada, según el medio digital El Tiempo de Honduras.
En cierto tiempo se mudó a la capital, Tegucigalpa, residía en un apartamento de Colonia de Zapote Norte. Allí instaló un supuesto consultorio en el cual practicaba brujería y atendía a clientes que la buscaban para “resolver problemas”, pero en la noche vendía carne asada y nacatamales, [tamales].
La escritora Camila Wyler la cataloga como la primera asesina en serie de la historia criminal de Honduras. Vendía carne asada de res y nacatamales de pollo, pero combinados con restos humanos, sostiene.
Infancia
Para Wyler en su obra “La Máscara del Mal”, la vida de Alma Cleo le enseñó desde niña a ser mala.
”La Bruja Cleo” aprendió a odiar a los hombres desde muy niña, por esa razón la mayoría de sus víctimas eran varones maduros que, de cierta forma, representaban a su figura paterna.
También asesinó a niños ya que se le investigaba por algunos casos en esta esfera.
Fue arrestada en 1998 y condenada a cumplir 70 años de prisión por los crímenes de José Cabrera, Tiburcio López y Manuel Rivera.
Sus cadáveres fueron encontrados en su casa ubicada en El Porvenir, Francisco Morazán.
De aquella sentencia solo cumplió 23 años ya que murió en la Penitenciaría Nacional Femenina de Adaptación Social, el 10 de noviembre de 2021, sus causas aún permanecen sin esclarecer.
Alma Cleotilde aseguraba que ella tenía hijos pero el centro penal donde fue recluida confirmó que nunca se presentaron a visitarla.
