- domingo 02 de junio de 2024 - 7:39 AM
Hace aproximadamente once años un crimen conmocionó a los pobladores de la comunidad de Las Ramonas, ubicada en el distrito de Capira. En ese pueblo retirado una niña de nombre Isabel Becerra Ábrego, conocida como “Chavelita”, de apenas 14 años, fue violada y asesinada a puñaladas.
El crimen se produjo cuando Isabel salió la mañana del domingo 20 de enero de 2013 a vender chances de lotería con lo que ayudaba económicamente a su familia.
Su padre Marcelino Becerra aprovechó ese día para pedirle que fuera a la casa de una vecina a buscar 50 dólares que necesitaba para limpiar un terreno. Isabel salió en busca del dinero y esa fue la última vez que la vieron con vida.
Al pasar las horas y notar que Isabel no llegaba a casa, sus familiares comenzaron a preocuparse y salieron a buscarla por los alrededores del área para ver qué le había pasado. Pero cayó la noche y no hallaron rastros de Isabel. Marcelino no pudo dormir en toda la noche pensando dónde estaría su pequeña niña. Muy temprano la mañana del lunes Marcelino salió a buscarla nuevamente y esta vez siguió el recorrido que había hecho su hija.
Y como un sabueso caminó por más de media hora y tras pasar cerca de un viejo pozo ubicado a un lado del camino, vio algo extraño que le llamó poderosamente la atención: parte de la hierba estaba aplastada al borde de un precipicio por lo que decidió bajar siguiendo el rastro.
Lo que encontró fue doloroso: algunas piezas de la ropa que llevaba su hija estaban tiradas en el suelo, pero cuando llegó a una quebrada, allí entre la maleza estaba el cuerpo sin vida de su hija completamente desnudo, abandonado en la orilla de una quebrada en un área boscosa del caserío Cerro Cermeño, en Capira,y presentaba varias heridas de cuchillo en el abdomen y tórax.
Isabel cursaba el octavo grado en el Instituto Profesional y Técnico de Capira.
Ese era el segundo homicidio que se reportaba en esa comunidad ese año, pues seis meses antes del crimen de Isabel, habían asesinado a una anciana de 70 años. Sus asesinos habían quemado su cuerpo en el interior de su casa de madera. El asesinato ocurrió precisamente cerca del sitio donde mataron a Isabel.
Tras investigaciones los lugareños señalaron como autores del crimen a los primos de Isabel, conocidos como Carlos (a) “Calín” y Boris (a) “Cholín”, de 26 y 28 años, respectivamente, quienes confesaron a los investigadores haber asesinado a su prima.
Los homicidas confesaron que esa mañana del 20 de enero de 2013, vieron a Isabel y la atacaron para abusar sexualmente de ella. Luego la mataron a puñaladas y lanzaron su cuerpo a un barranco. Acto seguido escondieron sus ropas para no dejar pistas del crimen. Se llevaron el arma homicida a la casa donde fue utilizada para preparar comidas.
Los criminales fueron condenados por este atroz crimen contra una niña de 14 años.