- lunes 14 de julio de 2025 - 12:00 AM
Panamá vivió una semana teñida de rojo entre el lunes 7 y este domingo 13 de julio. Una joven de 22 años se convirtió en la última víctima de un espiral de violencia desatada. Ella fue asesinada por su pareja en un hotel ubicado frente al Parque Cervantes en la provincia de Chiriquí.
También en La playa el Palmar, en San Carlos, se produjo este domingo el hallazgo del un cuerpo de un joven de 21 años que estaba desaparecido desde hace varios días.
Aquí, el resumen fúnebre de los hechos que estremecieron a Colón, La Chorrera y ciudad de Panamá.
La noche del lunes 7 de julio en el sector 29 de Veranillo, de San Miguelito, fue asesinado a punta de plomo Roberto Díaz, de 41 años. Testigos contaron que Roberto había ido a la tienda a comprar algo y cuando regresaba para su chantin fue sorprendido por tres sujetos que lo interceptaron y le abrieron fuego hasta matarlo.
Apenas tenía 17 años y se llamaba Ameth González. La madrugada del martes 8 de julio apagaron a balazos su corta existencia en la provincia de Colón. Recibió múltiples tiros cuando se encontraba en el sector de La Pólvora, en el corregimiento de Cativá.
Roberto Aguilar, de 39 años, fue asesinado de 4 balazos el martes 8 de julio en el sector de La Providencia, en el distrito de San Miguelito. El crimen ocurrió cuando Aguilar estaba en las afueras de su casa y sujetos le dispararon.
El 8 de julio en la calle principal de Rana de Oro, Pedregal, fue asesinado un pelaíto de 15 años cuando se encontraba en su casa. Se llamaba José Luis Cortez. Familiares contaron que el menor se encontraba sentado en el sofá de la sala cuando dos sujetos, desde un lote baldío, le dispararon varias veces.
La noche del 8 de julio en el sector de La Riviera, Pedregal, mataron a Clemente Sánchez, de 28 años, fue asesinado a balazos mientras conducía su auto. Los reportes de las autoridades judiciales señalan que sujetos en otro vehículo lo interceptaron y le abrieron fuego.
En la torre H-159 en el sector de Altos de Los Lagos, corregimiento de Cristóbal Este, Colón. fue asesinado a bala la tarde del 8 de julio Ariel Arango, de 28 años, recibió varios impactos en la cabeza.
En la calle principal de San Judas, corregimiento de Cativá, Colón, donde César Becker, de 40 años, fue atacado a tiros por desconocidos la tarde del 8 de julio.
Joel García Prosper, de 38 años, fue abatido dentro de un edificio en Calle 3, entre Bolívar y Herrera. Un ataque limpio y certero, sin testigos dispuestos. El plomo habló donde las palabras sobraban.
Luis Ortega escapó de Colón a La Chorrera, pero la muerte viaja sin restricciones. En la madrugada, pistoleros irrumpieron en su vivienda y lo acribillaron.
La avenida se convirtió en escenario de guerra. Dos hombres fueron acribillados en un tiroteo vehicular en Pueblo Nuevo. Entre ellos, Luis González, de 36 años.
Luis Ortega, alias “Lucho”, fue ejecutado en su residencia en Altos de La Pradera. Nueve tiros lo desfiguraron: cuello, abdomen, pierna y glúteos.
Una discusión familiar en Las Garzas desató el infierno. Una joven lanzó amenazas y minutos después, pistoleros emergieron de un callejón. Una bala le perforó la frente. Murió al día siguiente, víctima de una guerra que no pidió.
Julián Segura, de 37 años, fue interceptado y acribillado frente a su residencia en Cristóbal Este. Acababa de llegar de la ciudad, pero la muerte no le dio tregua. Murió sin alcanzar su destino.
Edwin Pérez, de 30 años, fue a comprar. Apenas subió a su sedán gris, fue emboscado en Villareta. Las detonaciones cortaron su mañana.
Federico Ramírez Rodríguez se interpuso entre el cuchillo de un agresor y su hija, Yashany. Fue apuñalado sin piedad en Villa Cartagena.
Jorge Martínez, alias “Zanahoria”, fue asesinado en una vereda de Cativá. Los disparos lo silenciaron antes de cualquier auxilio. El callejón se quedó con su sangre, como tantos otros.
Panamá vivió una semana teñida de rojo entre el lunes 7 y este domingo 13 de julio. Una joven de 22 años se convirtió en la última víctima de un espiral de violencia desatada. Ella fue asesinada por su pareja en un hotel ubicado frente al Parque Cervantes, en la provincia de Chiriquí.
También en La playa el Palmar, en San Carlos, se produjo este domingo el hallazgo del un cuerpo de un joven de 21 años que estaba desaparecido desde hace varios días.
Aquí, el resumen fúnebre de los hechos que estremecieron a Colón, La Chorrera y ciudad de Panamá.
No regresó a su chantin
La noche del lunes 7 de julio en el sector 29 de Veranillo, de San Miguelito, fue asesinado a punta de plomo Roberto Díaz, de 41 años. Testigos contaron que Roberto había ido a la tienda a comprar algo y cuando regresaba para su chantin fue sorprendido por tres sujetos que lo interceptaron y le abrieron fuego hasta matarlo.
Solo llegó a los 17 años
Apenas tenía 17 años y se llamaba Ameth González. La madrugada del martes 8 de julio apagaron a balazos su corta existencia en la provincia de Colón. Recibió múltiples tiros cuando se encontraba en el sector de La Pólvora, en el corregimiento de Cativá.
Lo callaron de 4 balazos
Roberto Aguilar, de 39 años, fue asesinado de 4 balazos el martes 8 de julio en el sector de La Providencia, en el distrito de San Miguelito. El crimen ocurrió cuando Aguilar estaba en las afueras de su casa y sujetos le dispararon.
Pelaron a pelaíto de 15 años
El 8 de julio en la calle principal de Rana de Oro, Pedregal, fue asesinado un pelaíto de 15 años cuando se encontraba en su casa. Se llamaba José Luis Cortez. Familiares contaron que el menor se encontraba sentado en el sofá de la sala cuando dos sujetos, desde un lote baldío, le dispararon varias veces.
Lo mataron en su auto
La noche del 8 de julio en el sector de La Riviera, Pedregal, mataron a Clemente Sánchez, de 28 años, fue asesinado a balazos mientras conducía su auto. Los reportes de las autoridades judiciales señalan que sujetos en otro vehículo lo interceptaron y le abrieron fuego.
Asesinado en Altos de Los Lagos
En la torre H-159 en el sector de Altos de Los Lagos, corregimiento de Cristóbal Este, Colón. fue asesinado a bala la tarde del 8 de julio Ariel Arango, de 28 años, recibió varios impactos en la cabeza.
Atacado a tiros
En la calle principal de San Judas, corregimiento de Cativá, donde César Becker, de 40 años, fue atacado a tiros por desconocidos la tarde del 8 de julio.
Silencio roto en Colón
Joel García Prosper, de 38 años, fue abatido dentro de un edificio en Calle 3, entre Bolívar y Herrera. Un ataque limpio y certero, sin testigos dispuestos. El plomo habló donde las palabras sobraban.
Huyó, pero no lo suficiente
Luis Ortega escapó de Colón a La Chorrera, pero la muerte viaja sin restricciones. En la madrugada, pistoleros irrumpieron en su vivienda y lo acribillaron.
Fuego cruzado en 12 de Octubre
La avenida se convirtió en escenario de guerra. Dos hombres fueron acribillados en un tiroteo vehicular en Pueblo Nuevo. Entre ellos, Luis González, de 36 años.
9 balas, una ejecución
Luis Ortega, alias “Lucho”, fue ejecutado en su residencia en Altos de La Pradera, en La Chorrera. Nueve tiros lo desfiguraron: cuello, abdomen, pierna y glúteos.
Adolescente muerta
Una discusión familiar en Las Garzas desató el infierno. Una joven lanzó amenazas y minutos después, pistoleros emergieron de un callejón. Una bala le perforó la frente. Murió al día siguiente, víctima de una guerra que no pidió.
Acribillado frente su chantin
Julian Segura, de 37 años, fue interceptado y acribillado frente a su residencia en Cristóbal Este, Colón. Acababa de llegar de la ciudad, pero la muerte no le dio tregua. Murió sin alcanzar su destino.
La tienda como trampa mortal
Edwin Pérez, de 30 años, fue a comprar. Apenas subió a su sedán gris, fue emboscado en Villareta, La Chorrera. Las detonaciones cortaron su mañana.
El padre que murió por amor
Fedérico Ramírez Rodríguez se interpuso entre el cuchillo de un agresor y su hija, Yashany. Fue apuñalado sin piedad en Villa Cartagena, provincia de Colón.
‘Zanahoria’ ejecutado
Jorge Martínez, alias “Zanahoria”, fue asesinado en una vereda de Cativá, Colón. Los disparos lo silenciaron antes de cualquier auxilio. El callejón se quedó con su sangre, como tantos otros.