Victoriano Lorenzo: héroe de la patria; la pelea es peleando

  • domingo 25 de mayo de 2025 - 12:00 AM

El desastre fue inminente. El ejército de bravos liberales abría sus pechos al plomo y caía frío en la llanura de Calidonia. Eran cuerpos hinchados que se desplomaban en la planicie cerca del inexpugnable Puente de Calidonia. Al llegar el Dr. Belisario Porras se vislumbraba ante sus ojos un cuadro desolador. Él escribió lo siguiente: “No era ya ejército de hombres, sino estatuas o de sombras, pues el hambre la fatiga y el continuo contacto con las escenas horripilantes del campo de batalla, embotaban su espíritu y le daban una indiferencia glacial”. (Belisario Porras Memoria de las Campañas del Istmo. 1900. p. 316).

Todo estaba consumado y se firma el armisticio y los liberales se retiran dejando una estela de luto. En esos días es que Victoriano Lorenzo ausente del combate toma unas armas y se dirige a su finca. Tras de él, lo sigue el Coronel Soto Mayor y al llegar al poblado de Victoriano Lorenzo, el Coronel termina incendiando el caserío y violando a las mujeres y niñas. Los pobladores ante la salvaje embestida del ejército conservador en la finca: “Cacao lo proclaman dirigente de la guerrilla” a Victoriano Lorenzo.

El intento de recomponer el desarticulado Ejército Regular se dio con Manuel Patiño, quien se levantó en armas en Corozal de Chepo y Domingo de la Rosa, declarándose Jefe Civil y Militar. Luego, según afirma Juan José Quirós Mendoza, el 21 de enero de 1901, Manuel Patiño, Manuel Antonio Noriega y Faustino Mina se trasladan a la Negrita, centro de operaciones de Victoriano Lorenzo.

Diferencias personales y estratégicas surgen entre Manuel Antonio Noriega y Victoriano Lorenzo, las cuales no llegaron a la reconciliación que llevó a Noriega a abandonar el campamento de Lorenzo. Los enfrentamientos se dieron y en especial el combate del Picacho de Quije, dirigido por Manuel Antonio Noriega, se evidenciaba la derrota y por el desastre inminente, Noriega mandó a disolver la columna, “que se imponía por la lógica de los hechos.”

Las diferencias fue el motivo de lucha interna entre las fracciones liberales. Tanto que los que sostenían la reorganización del Ejército Regular y la guerrilla no coincidía en una unidad estratégica. A pesar de los contratiempos, Belisario Porras dirige carta a Victoriano Lorenzo el 12 de agosto de 1901, con la intención de unificar fuerzas.

Ambos militantes liberales Porras y Lorenzo, procedieron al ataque a Penonomé y el 7 de octubre de 1901, les exigen a los conservadores la rendición. En la madrugada del 8 de ese mes, el ejército conservador desaloja Penonomé dirigido por el Coronel conservador Payán, logrando evadir a los liberales con un saldo significativo de muertos en ambos bandos.

Victoriano Lorenzo se mantiene en La Negrita que era su cuartel, y establece vigilancias en otros sitios. Mediante nota del 30 de octubre de 1901, escribió Victoriano Lorenzo lo siguiente: “Con el ejército que me acompaña, abriré pronto operaciones en Aguadulce, Veraguas, Los Santos y Chiriquí”. (De Cruz. Porfirio. La Guerra de los Mil Días. Revista Lotería. 2001. p. 56) Mientras Porras y Lorenzo asaltan las poblaciones del interior, aparece el 24 de diciembre de 1901, la quilla del barco Almirante Padilla al mando del General Benjamín Herrera con 1500 soldados liberales colombianos. Con la llegada de Benjamín Herrera el contingente de Lorenzo pacta con los recién llegados y tratan de reestructurar el ejército Regular. Solo habían transcurrido 3 días cuando se produce diferencias entre Porras y Herrera. Además, el ejército de Victoriano Lorenzo les causaba temor a los recién llegados. Especialmente los naturales comerciantes en armas en la guerrilla. Esto se puede explicar: “los guerrilleros en determinado momento de la lucha, podían desarrollar una movilización o acción autónoma que rebasara las simples peticiones democráticas”. (La Guerrilla en Panamá ante la Derrota del Ejército Regular. 1900-1901. p. 97).

Insensible fue Herrera quien sometió al Dr. Porras a un Consejo de Guerra y el dictamen fue ser fusilado. Contrario a lo esperado logra escaparse y perderse en la serranía y llega a Centroamérica.

Luego de reiterados ataques a Victoriano Lorenzo le otorgan el rango de General de la Séptima División del ejército liberal. El ejército compacto marcha a la toma de la ciudad e inesperadamente aparecen las fuerzas militares de los Estados Unidos on la orden de detener el ataque amparado en el artículo 35 del Tratado Mallarino Bildack. Se pacta el Tratado de Paz de Wisconsin el 21 de noviembre de 1902.

Los conservadores Vásquez Cobo, Pedro Sicard Briceño, Esteban Huertas y Víctor M. Salazar montan un Consejo de Guerra a Victoriano Lorenzo y lo encuentran culpable. A pesar de que juro defender el Tratado de Paz. Salió de la cárcel Victoriano Lorenzo y camino con un modesto traje dril y sus manos fueron atadas. Un militar baja la mano y se escuchan las descargas. Había caído el patriota.