´'Tener descendencia es un derecho del matrimonio', Iván Chanis

La Fundación Iguales insiste en legalizar la unión civil de personas del mismo sexo
  • lunes 12 de octubre de 2020 - 12:13 AM

Los gays esperan que un fallo a favor de la Corte Suprema de Justicia que debe decidir si la frase ‘entre un hombre y una mujer' es inconstitucional o no. Aún no los magistrados no se pronuncian, pero Iván Chanis, presidente de la Fundación Iguales, tiene esperanzas de que habrá un fallo a favor del matrimonio igualitario.

Un tema sensitivo para los panameños que despierta protestas de parte y parte cada vez que sale a relucir el tema. Los gays se sienten discriminados en Panamá, piden respeto a sus derechos como ciudadanos al igual que el resto de la población.

La Iglesia se pronunció sin oponerse a la unión legal de personas del mismo sexo, pero defendió la figura del matrimonio entre un hombre y una mujer, ¿cómo reciben este pronunciamiento?

Primero saludar y felicitar a la Iglesia por adoptar una opinión más receptiva de lo que la comunidad y la población LGBT viene exigiendo hace muchísimos años. Dicho esto, es importante establecer o recordar, que el matrimonio civil en absolutamente nada tiene que ver con el matrimonio religioso. Desde mi punto de vista personal, queremos enviar nuestro saludo y mensaje respetuoso a la Iglesia y a todas las religiones y creencias y dejar muy claro que no pretendemos cambiar en nada lo que dentro de sus organizaciones sea un requisito o forma para acceder a un sacramento o rito religioso. Esto únicamente pretende a la razón que tiene un juez notario, con dos personas mayores de edad que deciden unir sus vidas y la protección que le brinda el estado a esas dos personas.

Siempre se ha dicho que la palabra matrimonio es la que genera corto circuito, ¿estarían dispuestos a aceptar un término distinto a éste para nombrar la unión de dos personas del mismo sexo?

Llamarlo de manera diferente sería perpetuar la discriminación, sería una oportunidad perdida de poder reconocer que somos seres humanos iguales ante la ley, en este caso ante una institución civil que se llama matrimonio.

¿Cuál sería de su parte la posición, mantenerse en este término a pesar de los choques con quienes se oponen?

Es que es un problema más allá de la semántica si te digo sí o no a una palabra. Es lo que dice la ley, es lo que dice nuestra constitución y las del mundo, eso es lo que dice el pacto de Naciones Unidas sobre Derechos Civiles y Políticos. Tenemos que cambiar todo un sistema, no solo en Panamá, sino en todos los países del mundo, que la institución que reconoce la unión de dos personas en una familia y que protege el estado se llama matrimonio.

El término matrimonio, como tal, tiene consecuencias sociales y culturales, ¿esto ha influido en la no aceptación de quienes no convergen con los principios de los LGBTI?

La palabra matrimonio no tiene dueño. Ninguna institución es dueño de la palabra matrimonio. La institución del matrimonio proviene de Roma formalmente y todas las civilizaciones han entendido que es importante la condición de una familia. El mismo matrimonio ha evolucionado, al igual que la igualdad de derechos a los cónyuges. Antes el hombre era quien tenía el derecho sobre los bienes de la familia y sobre la herencia. Eso ha evolucionado. En países como Estados Unidos, hasta no hace mucho había una prohibición al matrimonio interracial, es decir, dos personas de diferente etnia no se podían casar, estaba prohibido. Eso evolucionó. La sociedad dijo, esto no está bien, hay que aceptar que una persona blanca se puede casar con una persona negra, no hay nada de malo en respetar esa unión y en formar una familia que le de la protección. En este caso, hoy en 2020 en Panamá, un país democrático donde supuestamente no hay fuero ni privilegio, donde no debe haber discriminación, donde todos nacemos iguales, se nos prohíbe a parejas de gays y lesbianas casarse porque hay una concepción que aún no hemos podido como sociedad pasar, que es que hay algo negativo en que esas dos personas se amen. Cuando no reconocemos eso entonces prohibimos casarse y se perpetúa la discriminación.

Muchos se preguntan si esta entrada al acceso al matrimonio será la puerta a la adopción de niños...

Es que, qué matrimonio no tiene derecho a formar una familia. Además no todos los matrimonios quieren o no tener hijos. No todos los matrimonios quieren tener descendencia, pero es un derecho legítimo de la igualdad de toda familia de poder tener hijos y es una realidad, y el que lo quiera negar va a ser difícil hacerlo, que hoy en día en Panamá hay una gran cantidad de familias monoparentales, es decir, conformadas por dos mujeres o dos hombres y tienen hijos. No solo las mujeres lesbianas pueden tener naturalmente hijos biológicos, también parejas de divorciados que tienen hijos de su primer matrimonio y ahora encuentran una pareja del mismo sexo. Todas estas familias están criando hijos de una manera fabulosa, con amor, dándoles protección económica, social, cultural, de una familia, y hoy en día el Estado a esas familias no se les reconoce el derecho que tienen las familias de padres heterosexuales. Estamos además, truncando el derecho de esos niños y niñas de poder tener la protección que se merecen, y es que tengan dos personas que están criándolos formalmente y que tengan el apoyo del estado.

¿Siente una real discriminación por ser gay?

Yo siento la discriminación realmente. La forma en que se cuestiona mi opinión muchas veces, opinión de cualquier cosa. Si hablo, por ejemplo, de la protección ambiental, hay personas que dicen: ya vas tu gay, maricon. O sea, hay un ataque por mi identidad sexual.

¿Cuál es la fórmula que ustedes vislumbran sin causar tanto choque entre quienes no aceptan la figura del matrimonio del mismo sexo?

Estamos sufriendo como país la tardanza del fallo. En países de Centroamérica el tema de la unión civil o del derecho a no ser discriminado en el ambiente laboral, se viene hablando desde hace más de quince años, sin exagerar. En Colombia, la discriminación laboral por ser LGBT, no te puedes imaginar cuando empezó en la Corte y se decidió. Yo viví diez años en Estados Unidos y antes se hablaba de las personas LGBT y ahora de las personas trans, porque superaron lo del matrimonio igualitario, eso pasó ya. Yo llegué a Panamá y uno no se podía pronunciar, entonces hay que normalizar nuestras vidas.