¡SOS! la llamada urgente para proteger nuestros océanos

  • viernes 27 de septiembre de 2024 - 1:00 AM

Los océanos se han convertido en inmensos depósitos de desechos, siendo el plástico uno de los contaminantes más encontrados en los mares. Al punto que para el año 2050 habrá más plástico que peces.

Entre los principales contaminantes que pueden derivarse de actividades que se realizan en tierra y de la relación océano-atmósfera se encuentran: las aguas residuales domésticas y los desechos agrícolas, que son arrastrados por la lluvia hasta los ríos, y finalmente terminan en el océano.

Esta contaminación no solo afecta gravemente la fauna marina, sino también genera impactos sobre los asentamientos humanos ubicados en el litoral y deteriora el paisaje que disminuyen actividades de recreación y turismo. También la pesca y la economía nacional.

El biólogo Samuel Valdés Díaz, explicó que la contaminación marina puede ser de diversos tipos: química, biológica y de plásticos de un solo uso. Según el experto, este último representa un grave problema, ya que los plásticos terminan en los océanos y, en su proceso de descomposición, se convierten en microplásticos. Estos microplásticos son ingeridos por organismos marinos, entrando así en la cadena alimentaria y, eventualmente, llegando al cuerpo humano. “Ya se han encontrado microplásticos en la sangre, en fetos, en botellas de agua y hasta en la lluvia”, destacó Valdés.

Señaló que Panamá carece de una cultura adecuada para la correcta disposición de los desechos.

Por ello, hizo un llamado tanto a la ciudadanía como a las autoridades para que asuman su responsabilidad y no contribuyan a la contaminación de los mares.

Prueba de ello es que un estudio, divulgado por el Ministerio de Ambiente (MiAmbiente), que estimó que en el año 2018 en Panamá los océanos fueron contaminados por 102.000 toneladas de basura aproximadamente.

Para mitigar este impacto, Panamá ha implementado normativas en los últimos años. En el 2018, Panamá se convirtió en uno de los primeros países de América Latina en prohibir las bolsas plásticas de un solo uso, una medida clave para reducir la cantidad de plásticos que llegan al océano; esto mediante la ley No. 21 de 2 de marzo de 2018.

Mientras que en el 2022 lanzó el Plan de Acción de Basura Marina 2022-2027 para reducir y eliminar las fuentes de generación de desechos que atentan contra la biodiversidad y los ecosistemas de las costas y mares del país.

Son de suma importancia estas normas, porque el istmo tiene 52 cuencas hidrográficas, de las cuales 18 se ubican en la vertiente atlántica y 34 en el Pacífico. Además, cuenta con 500 ríos que en su gran mayoría nacen en la divisoria continental y viajan hacia las costas.

Y es que cuidar nuestros océanos es responsabilidad de todos los ciudadanos, ya que estos son clave para un desarrollo inclusivo y sostenible. Regulan el clima, acogen una rica biodiversidad y son fuente de seguridad alimentaria y empleo para millones de personas.

Datos de la Autoridad de los Recursos Acuáticos de Panamá (ARAP) advierten que el costo financiero del daño ambiental provocado por la basura en los ecosistemas marinos podría ascender a $13 mil millones anuales debido a la pérdida de productividad.

Expertos, incluido Valdés, han solicitado que la contaminación marina en Panamá sea tratada como un problema que requiere acción inmediata.

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