Somos lo que comemos: la relación entre nuestro estilo de vida y la salud mental
- martes 04 de enero de 2022 - 12:13 AM
‘Somos lo que comemos', es una frase muy popular que plasmó el filósofo Ludwig Feuerbach en su libro ‘Enseñanza de la alimentación'.
Todos los días nuestras células mueren y otras nacen. Para que las nuevas células nazcan sanas, necesitamos buenos materiales de construcción. Estos materiales se obtienen de la comida; si la comida es sana, los materiales serán de buena calidad y todas nuestras células estarán en buenas condiciones; si la comida es de mala calidad, nuestras células estarán enfermas, incluyendo las células cerebrales, provocando que el cerebro no funcione correctamente.
Las grasas trans, que puedes encontrar en comida rápida, productos procesados, margarina o frituras, han mostrado ser una de las causas de la depresión; pero las grasas monoinsaturadas (aceite de oliva, aguacate, pescado, mariscos, algas, nueces, aceitunas, etc.) protegen contra esta condición o alivian sus síntomas.
Los edulcorantes artificiales como aspartame, acesulfame K, sucralosa, sacarina y otros, son promotores de la depresión y otros trastornos porque alteran la bioquímica cerebral.
El exceso de azúcar está relacionado con todo tipo de trastornos del humor y el comportamiento como depresión o ansiedad, ya que causa inflamación del cerebro. Las nuevas recomendaciones de organismos internacionales indican no consumir más de 25 gramos al día; cuanto menos azúcar se consuma, mejor. Cuando hablamos de azúcar, nos referimos a la blanca, morena, panela o raspadura, porque son lo mismo.
Las frutas, aunque tienen azúcar, han mostrado ser beneficiosas por su contenido de fibra, vitaminas, minerales y fitonutrientes que mejoran la salud, así que no hay que temerles, ¡Consuma frutas sin preocupación!
El efecto relajante del alcohol es muy agradable, pero esta relajación tiene un alto precio. Las personas que ya tienen ansiedad, tienen una pobre calidad de sueño, y si toman alcohol, les causará peores síntomas de ansiedad. Además, tomar alcohol impide llegar a la fase REM del sueño, donde se da la reparación del cuerpo y el cerebro. No hay una cantidad de alcohol saludable o un tipo de alcohol que no haga daño; ni siquiera el vino es saludable.
El ejercicio es un antidepresivo y si se combina con una dieta sana, un correcto tratamiento psiquiátrico y terapia psicológica, se tendría una fórmula casi perfecta para vencer cualquier enfermedad mental.