• lunes 13 de enero de 2025 - 9:02 AM

Salud y medicina, dos temas que son diabólicos en Panamá

Una información oficial destaca que... “El objetivo es que los panameños tengan acceso a medicamentos más baratos

Aladino Chérigo me ayuda en los trabajos de jardinería. Desde hace días siente dolor en la espalda. “Parece que me volvió a salir este mal debido a esfuerzos extras cuando era más joven”, me dijo. Lo llevamos a una consulta médica y lo ayudamos con una resonancia para ver dónde está el problema y cuál es la solución.

Con el resultado de la resonancia lo mandaron con un ortopeda. Una vez en el hospital, para sacar la cita, le dijeron que había cupo para el mes de julio. ¡Su cara se transformó! Y es que los dolores no piensan, no hablan. Esperar más de medio año para que el ortopeda lea los resultados y le diga cual es el próximo paso... es ¡infame, criminal!

Ese episodio me llevó a mi pasado, en el verano de 1973. Tenía cuatro años con mi epilepsia. Viajamos a Panamá en busca de la opinión de un neurocirujano y de un electroencefalograma. Ya, para esa época, se veían la negligencia y el poco importa para con los problemas de salud de los que menos tienen y más sufren. Una señora que atendía la sala de neurocirugía, con un desgano infinito, me dijo... señorito, no tenemos cita... si quiere agendamos una para dentro de tres meses.

Y miren que en aquella época eran tres meses, ahora, a nuestro Aladino Chérigo se la dan para dentro de siete meses. Me pongo a pensar en aquellos que no aguantan las rodillas, la espalda, los músculos, los tendones, un dolor de muela o a los que se le ha diagnosticado un cáncer. Son los que están listos para una operación, pero, además de la angustia y el dolor le sumamos la larga espera para una cirugía.

Esto, ¡señores, no es de Dios! Y si hablamos del costo de las medicinas ni hablar. Por ejemplo, unas pastillas que toma mi esposa contra la presión alta cuestan en Panamá casi 50 balboas, con el descuento de jubilada, pero en Italia valen doce y en España siete balboas. ¿Por qué estas diferencias abismales? ¿Qué estamos haciendo mal para que merezcamos estos escenarios dignos de la Divina Comedia? Hace pocos días el presidente José Raúl Mulino firmó un decreto el cual establece el procedimiento de Registro Sanitario de Medicamentos fabricados y registrados en países que cuenten con autoridades reguladoras que forman parte de la lista de autoridades de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Una información oficial destaca que... “El objetivo es que los panameños tengan acceso a medicamentos más baratos, tal como lo prometió el presidente Mulino en su discurso del pasado 2 de enero en la Asamblea Nacional de Diputados. Se acabaron los trámites eternos en la Dirección de Farmacia y Drogas para importar medicamentos, lo que limitaba el ingreso de nuevos actores al mercado de las medicinas”, indicó el ministro Orillac.

Explicó que los medicamentos que estén aprobados por la OMS en su alto estándar, por ejemplo, la FDA de los Estados Unidos y EMA en Europa, con este decreto tendrán registro sanitario automático e inmediato. Con esta medida firmada hoy, el trámite para comercializar un medicamento no durará más de 10 días hábiles.

“Esto permitirá más competencia entre empresas y el ingreso de nuevos laboratorios y fabricantes, lo que generará más volumen de oferta para los pacientes”, dijo Orillac. Esto se suma a una pronta reducción de los precios de las 20 medicinas más utilizadas por el pueblo, medida que complementa lo anunciado hoy.” Hasta aquí la información oficial. Considero que todo lo que se haga en la dirección correcta para bajar los precios merece nuestro apoyo y aplauso. Ahora, también es cierto que los comerciantes querrán mantener siempre sus márgenes de ganancia y encontrarán la fórmula para mantenerlos. Esto será siempre un círculo viciado donde si tratas de girar te vas a encontrar con los mismos escenarios y peores. Abrazos y Dios bendiga a los enfermos y a los que menos tienen y más sufren.

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