Rodolfo Bellido, torturado por el caso Gallego

Al conmemorar los cincuenta años de la desaparición de Jesús Héctor Gallego, hecho acaecido un 9 de junio de 1971, en Santa Fe de Veraguas, es necesario hacer algunas reminiscencias sobre las causas y afectos, que dieron al traste de este y muchos hechos suscitados en la época de la mal llamada dictadura militar; época donde reinaba el terror, la maldad, la persecución las torturas físicas y sicológicas para aquellos opuestos al régimen de turno.

Para conocer un poco más de las consecuencias y secuelas que dejó la dictadura, sobre todo el tenebroso G2 de las Fuerzas de Defensa, que comandaba en ese entonces Manuel Antonio Noriega, el que popularizó el: ‘Ni un paso atrás, carajo', y que pagó condena tanto en el coloso del norte, como en Francia, pasó a mejor vida 29 de mayo de 2017. Régulo José Franco, exdirector de radio Veraguas, y quien escribe, nos desplazamos a la comunidad de Chupampa, donde vive Rodolfo Bellido, egresado de la facultad de Derecho de la Universidad de Panamá, Lic. en Derecho y Ciencias Políticas, con estudios avanzados en Alemania, pagados por la Iglesia católica, quien se le encomendó la acción de asesoría jurídica del caso del secuestro de Héctor Gallego.

Monseñor Marco Gregorio McGrath y Martín Legarra proceden a contactar figuras de relevancia que puedan ayudarle a esta gestión evangelizadora y es así como se encuentran con el dirigente estudiantil universitario de altas calificaciones Rodolfo Bellido, un hombre de estirpe humilde de la campiña interiorana, pero conocedor de los secretos y adversidades de la vida para con los pobres y humildes campesinos de nuestro istmo. Bellido tenía mucha capacidad de liderazgo y de gran análisis de la realidad nacional e internacional, de manera que se asigna la misión de capacitar a jóvenes líderes de comunidades en cursos intensivos en el centro Juan XXI de San Francisco de la Montaña.

Esta línea de acción se centraba, fundamentalmente, porque a través de estos humildes campesinos y campesinas se analizaría la realidad de cada comunidad y posteriormente de forma organizada se buscaría la alternativa para enfrentarla y de transformarla positivamente, lógicamente teniendo como orientación el evangelio. Una de esas misiones era el de preparar a conciencia al campesino e indígena sobre aspectos políticos cristianos, donde se conocía que cada cuatro años políticos corruptos de la época con ansias de poder, llegaban a las comunidades el día de las elecciones procedían a recoger las cédulas y encerrar al campesino en un corral como animales vacunos y los iban soltando con boleta en mano, para que votara con el candidato de turno, el pago posteriormente de escrutar el voto por el candidato a diputado del área, eran tres pesos y una pacha de seco.

Esto se vivió en regiones veragüenses y es lo que ha combatido la iglesia a través del evangelio, enseñar al hombre del campo a pensar, analizar, liberarlo del yugo, que sea libre e independiente sobre todo en la toma de decisiones.

El pecado de Rodolfo, para los gobernantes de la época que precisamente fueron los militares, fue el de orientar y capacitar el campesino, misión evangelizadora que se vio truncada, cuando es detenido por diez días en una de las mazmorras de la fenecida cárcel modelo de avenida A, es allí donde es torturado por el tenebroso G2 que comandaba Noriega; le aplicaron shock eléctrico en su cuerpo que lo dejaron lisiado para siempre.

Al respecto el maestro José Bellido, (hermano de Rodolfo), nos contó que durante esos días le notaron a Rodolfo en uno de sus costados, cicatrices o moretones, como si le hubieran quemado con aparatos eléctricos, que por el tiempo se le ha borrado. Hoy dia el Licenciado Bellido, se encuentra postrado en su residencia, con secuelas como resultado de los choques eléctricos y torturas en su anatomía, justicia para un hombre que contribuyó con la democracia de nuestro pueblo.