Préstamos que se convierten en una historia de terror

Págame o iré hasta tu trabajo y te hago un escándalo, amenazaba un extranjero con acento colombiano a una persona por teléfono mientras estaba muy cómodo en un popular restaurante en la Plaza de 5 de Mayo. Junto a él, otros tipos, iguales de fornidos, estaban en la misma sintonía.

Estas son parte de las amenazas que son sometidos los clientes que caen en las garras del llamado sistema ‘gota a gota', que es una práctica que se vincula al crimen organizado en Colombia y que también tiene sus tentáculos en Panamá.

Ante este dilema se debe tener mucho cuidado a la hora de solicitar alguna ayuda económica, porque estos préstamos, que en algunas ocasiones se deben pagar de forma diaria, no son un cuento de hadas como lo pintan los extorsionadores.

La realidad es que si el cliente no paga las cuotas como ellos establecen, su vida se puede convertir en una película de terror.

‘Pedí 200 dólares y ha sido mi peor error', contó un ciudadano que pidió reserva a de su nombre por su seguridad, ya que ha recibido constantes advertencias luego de retrasarse en un pago.

Contó que fue abordado con unos volantes dónde le ofrecían este producto financiero y por cosas del destino o del diablo, justamente tenía que pagar la escuela de su hijo. Todo parecía normal. Sin embargo, en una ocasión que no pudo cumplir con el pago, comenzaron las lluvias de llamadas. Hasta mujeres realizaban las amenazas, comentó.

‘No caigan en esto, es algo delicado y agobiante', aconsejó. Aún le falta pagar 50 dólares porque se le subieron los intereses.

Otro vendedor ambulante explicó que hay pagos que son por día y otros semanales. Él pidió 120 dólares. ‘Te dan hasta una libreta, pero donde no pagues, se te forma', exclamó. Él no ve la hora de salir de esta pesadilla.

Este sistema opera también en Colombia, Costa Rica, Ecuador, Perú, México, Bolivia, Brasil, El Salvador, entre otros países. Incluso, el presidente salvadoreño, Nayib Bukele les dio un ultimátum a cientos de colombianos que están dedicados a la práctica del ‘gota a gota' de salir de esa nación; luego de que detuvieran a más de 110 colombianos dedicados a esta modalidad.

En el país vecino, Costa Rica, se ha presentado anteproyectos de leyes para la regulación y sanción del delito de préstamo ‘gota a gota'.

Panamá también hace su parte. ‘No jueguen a la ruleta rusa con estos préstamos', dijo el subcomisionado, Edgardo Núñez, ejecutivo de la Zona Policial de San Francisco. Explicó que es una actividad delictiva ilícita que utiliza el engaño, ya que ofrecen con facilidad el dinero, sin embargo, cuando están inmersos en el préstamo, ejercen presión y amenazas hasta de muerte por parte de personas totalmente desconocidas.

Estos prestamistas, que por lo general están las calles buscando nuevas víctimas, ofrecen hasta volantes de facilidades de préstamos fáciles, rápidos y sin trámites. También consiguen información de los deudores: dónde trabajan, dónde estudian sus hijos y demás datos, que son usados para la intimación y lograr que le devuelvan el dinero.

Hay incluso personas que han sido amenazadas con arma de fuego y otros que han resultados heridos, sostuvo Núñez.

Las víctimas en su mayoría son panameños que trabajan de manera independiente. También hay extranjeros, pero son pocos, afirmó.

Detrás de este método hay extranjeros y nacionales. Recientemente se realizaron tres diligencias de allanamiento en el corregimiento de Bella Vista, sector El Cangrejo, logrando la aprehensión de nueve personas por el Delito Financieros, entre ellos ocho colombianos y un panameño.

Las investigaciones continúan y pueden caer más detrás de este sistema en los próximos días y meses, que ya se ha expandido en todo el país.

Según el subcomisionado, estos prestamistas clandestinos operan principalmente en las provincias centrales, Chiriquí y Panamá Este.

Ellos no tienen oficinas y trabajan en la calle; en la capital están en la 5 de Mayo y Calidonia.

Núñez recomendó a los ciudadanos no caer en este tipo de préstamos y que si tienen alguna necesidad recurrir a los lugares autorizados. Y de denunciarlo, deben hacerlo ante el Ministerio Público.