Preocupación ante una generación perdida, UNICEF

Ante la preocupación que expresó la UNICEF de que en Panamá hay una generación perdida, dirigentes magisteriales también se suman a esa situación alarmante.

De acuerdo con el dirigente magisterial, Diógenes Sánchez, están preocupados por la deserción escolar producto de la pandemia y post pandemia, ya que hace falta políticas públicas más fuerte para evitar esta situación.

Luis López, dirigente magisterial, recalcó que nadie esperaba en ningún país del mundo que se diera una pandemia tan agresiva como la que se vive, y Panamá no estaba preparado para hacerle frente, principalmente en el sistema educativo, y la pandemia provocó un cesgo muy profundo considerable en el aprendizaje.

‘Tenemos oportunidad para poder poco a poco superando esas dificultades; y no se puede ser pesimista ante el escenario en el sector educativo; se tiene que seguir haciendo los esfuerzos para que los alumnos nivelen sus aprendizajes', dijo.

La representante de UNICEF en Panamá, Sandie Blanchet, dijo en Bruselas que en Panamá, los niños no tuvieron acceso a una educación presencial durante 21 meses. Eso es mucho. Y significa que ahora los adolescentes de 14 años no regresan a la escuela, porque ya están trabajando y para ellos es difícil volver a estudiar. ‘Por eso hablamos del riesgo de una generación perdida', aseguró.

La entidad ha enfatizado que teme por el futuro que les espera a los niños y adolescentes que no terminen sus estudios, y advierte de los efectos que esto puede tener para el desarrollo de toda una sociedad. ‘estamos muy preocupados", acotó Blanchet.

Cabe resaltar que unas de las murallas que enfrentan actualmente los jóvenes a la hora de buscar empleo, es la baja escolaridad, y consultores labores, como René Quevedo, lo han advertido.

La tasa de desempleo es actualmente de 9.9%.

Sánchez afirma que el estudiante que no termina sus estudios secundarios se puede convertir en un trabajador precarizado, es decir, son contratados con salarios bajos, que apenas le permite lograr lo mínimo para su subsistencia.

En el último quinquenio, entre 10 mil y 14 mil estudiantes abandonaron la escuela cada año.