Ponga atención a su hijo y evite complicaciones
- viernes 04 de enero de 2019 - 12:00 AM
SALUD
Si su hijo siente palpitaciones del corazón, pérdida de peso, ansiedad o intranquilidad, insomnio, protrusión de los ojos (ojos saltones, es decir, una parte del cuerpo que sobresale de sus límites normales) sudoración excesiva, aumento de la frecuencia de las evacuaciones, aumento del apetito, temblores, crecimiento acelerado, cansancio, dificultad para aprender y falta de crecimiento podría sufrir de tiroides.
La tiroides es una glándula en forma de mariposa, en la parte anterior-central baja del cuello y puede llegar a pesar 30 gramos.
Las hormonas tiroideas controlan el ritmo de muchas actividades del cuerpo y participan en el desarrollo y función cerebral del ser humano, control de la temperatura corporal, función del corazón y digestión y otras. Además, en los niños son esenciales en el desarrollo cerebral y crecimiento.
Liliana Neil, pediatra endocrinóloga de la Caja de Seguro Social (CSS), indicó que para diagnosticar el hipotiroidismo congénito, se ha incluido realizar a todos los recién nacidos las pruebas de tamizaje.
‘El hipotiroidismo congénito es una condición que se presenta por una falla en la formación (configuración incompleta), ausencia de la formación o ubicación fuera de su sitio (ectópica) de la glándula tiroides, que conlleva a una falta total o baja producción de las hormonas tiroideas', resaltó Neil.
Por ello, ‘la importancia que representa la realización del tamizaje neonatal para detectar oportunamente esta condición e iniciar el tratamiento para evitar el daño neurológico que tiene repercusiones para toda la vida y falla en el crecimiento', aseveró la especialista.
En Panamá, se implementó la Ley N° 4 del 8 de enero de 2007, que creó el Programa Nacional de Tamizaje Neonatal, con el objetivo de detectar enfermedades metabólicas o endocrinológicas en el recién nacido, para disminuir la morbimortalidad y discapacidad infantil.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta es una patología que, aunque es desconocida por las personas que la padecen, afecta al 10% de la población mundial.