Peligro al volante: Vivencia de un taxista en La Chorrera
- domingo 08 de diciembre de 2024 - 12:00 AM
Ganarse la vida al volante tiene sus altibajos, especialmente cuando se trata de la carrera de un taxista. Lo que parecía ser un día más de esos difíciles terminó convirtiéndose en una verdadera pesadilla para José.
Tras recorrer las oscuras calles de La Chorrera y apenas hacer un par de carreras que ni siquiera cubrían el costo de la gasolina, José ya pensaba en rendirse. La noche no tenía pinta de mejorar, así que decidió regresar a casa. Sin embargo, algo en el aire le decía que no sería tan fácil. En su camino hacia casa, José vio cómo otros taxistas estaban estacionados, igualmente sin suerte. La noche tampoco había sido buena para ellos; no había pasajeros. Fue entonces cuando observó a dos jóvenes en el popular parque Feuillet, de La Chorrera, que levantaron la mano. Querían que los llevara cerca de la escuela Pedro Pablo Sánchez.
Uno de los jóvenes le explicó que iban a buscar a una muchacha, y el taxista aceptó. Pensó que al menos podría hacer una última carrera, y luego irse a su hogar. Lo que no sabía era que esa decisión marcaría el comienzo de su peor pesadilla. Uno de los jóvenes se sentó en el asiento delantero, mientras el otro se acomodó atrás, como pasajero.
Mientras conducía, su mente estaba lejos de lo que realmente iba a suceder. Iba como un cordero al matadero. De repente, el joven de atrás cambió de asiento y pasó a colocarse detrás de él, pero el movimiento no le despertó ninguna malicia. Al llegar a la escuela, uno de los pasajeros le comentó que no veían a la chica que buscaban, pero pensaban que tal vez venía caminando por la calle de la barriada San Antonio 2. Le pidieron que los llevara hasta allí, y, confiado, el taxista no dudó en aceptar.
Cuando llegaron al lugar señalado, los jóvenes le pidieron que regresara a la escuela. Mientras recorrían la zona, uno de los chicos comenzó a murmurar frases como: “Esto está tarde... Se está demorando mucho”. Al principio, José no les prestó mucha atención, pero más tarde comprendería que aquellas palabras eran un código.
De repente le piden bruscamente que detenga el carro, y el muchacho de atrás lo toma por el cuello con su mano izquierda , y con su mano derecha le presiona con un cuchillo su garganta. “Solo de recordarlo me da escalofrío”, expresó.
El otro joven aprovechó la oportunidad para tomar las llaves del auto y la cartera de José, y salió corriendo. Segundos después, el segundo individuo lo siguió. A pesar de sus 18 años como taxista, José, de 66 años, nunca había vivido una situación como esa. Aunque había enfrentado varios momentos difíciles, jamás imaginó que ese día estaría tan cerca del peligro. Pensó que sería su último día de trabajo. Afortunadamente, todo terminó en un gran susto, pero la experiencia le dejó una marca difícil de olvidar.
José confesó que los viernes y sábados son los días más peligrosos para un taxista, especialmente cuando coincide con la quincena. Sin embargo, no es la primera vez que se salva. En una ocasión, un hombre de Las Palmitas abordó su taxi, se sentó en la parte trasera visiblemente ebrio. Al llegar a su destino, el pasajero le indicó que no tenía dinero para pagarle, y que iría a su casa a buscarlo. José, sin dudar, decidió esperar, pero algo en su intuición le indicó que debía moverse, ya que el lugar era conocido como una zona roja. Al contarle la situación a un colega, este le reveló que el pasajero era conocido en el área y que era un “ficha” de la zona, lo que lo hacía aún más peligroso.
José, años después del asalto dejo de manejar taxis, aconseja a sus compañeros conductores estar siempre alertas, especialmente si notan que la dirección de la carrera cambia sin razón aparente o si algo en el ambiente parece fuera de lugar. La intuición y la cautela son esenciales para evitar caer en situaciones peligrosas.
La Policía Nacional (PN) recomienda una serie de precauciones para los conductores de transporte público con el fin de evitar situaciones de riesgo. Es fundamental mantenerse alerta, especialmente durante las altas horas de la noche, cuando los pasajeros masculinos son más de tres. Además, se aconseja no exhibir objetos de valor, para no exponer su seguridad.
Otro aspecto importante es no proporcionar datos personales a los pasajeros, ya que esto podría poner al conductor en una situación vulnerable ante los delincuentes. También se debe elegir puntos seguros para recoger y dejar a los pasajeros; y evitar transitar por zonas peligrosas.
Es clave estar atento si el pasajero se encuentra en la parte trasera del conductor, y vigilar cualquier comportamiento sospechoso. Además, si el pasajero lleva algún paquete, se debe estar alerta ante cualquier indicio de malicia o irregularidad. A pesar de todo, la amabilidad con el usuario es fundamental para prevenir conflictos.