- jueves 24 de junio de 2021 - 12:00 AM
Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, partidocracia es la situación política en la que se produce un abuso del poder de los partidos. Aquí los partidos están al servicio del poder económico, por eso el financiamiento privado es discrecional; juntos integran una estructura compacta, que responde a las grandes corporaciones del capital financiero internacional, cuyos intermediarios son las Ifis (F.M.I, B.M, O.M.C. etc.).
Todas las críticas formuladas desde la ‘oposición', al partido o coalición gobernante, son una farsa, útil para atrapar incautos y acceder al poder; igual que los planes de gobierno y las promesas de campaña, que una vez en el cargo, van a la basura; por ello la ‘luna de miel', dura cada vez menos, dando paso a la frustración de los votantes, y con celeridad variable, a la desaprobación. Los no favorecidos reinician el ciclo del engaño, con críticas y condenas al nuevo gobierno, anuncian voto castigo, para el próximo torneo y hasta enjuiciar a los corruptos!; por eso hay circo, dos o tres citaciones al ‘misterio impúdico' y se emiten fallos de no culpabilidad o bien, planeta por cárcel..
El Tribunal Electoral, consciente de que el fraude antecede a la ‘elección', legaliza la estafa; organiza el torneo, lo supervisa, designa notables para el cómputo e invita observadores, procurando credibilidad; así, periódicamente, oxigenan el Sistema y reemplazan al instrumento, que invariablemente ejecuta el mismo guión; sin embargo, muchos votantes, a pesar de repetirse el ciclo, continúan comiendo cuentos. Cualquier dificultad la resuelven con pactos de recámara, indultos u otras fechorías. Habiendo explotado la letrina de la corrupción y la impunidad, los partidos políticos, previo acuerdo con el árbitro, y algunos cómplices, comenzaron a recoger firmas, para revolcar la gata, mediante la paralela, que NO es Constituyente. Hace poco, el Presidente del TE, dijo: ‘en base a legislaciones de otros países, el órgano legislativo aprobó el artículo 314, que dispone la paralela'; ‘el ochenta por ciento de los Constituyentes, saldrá de los partidos políticos y el resto serán de libre postulación de independientes'.
Ninguna Constitución tiene algo semejante al bodrio del 314. Además, con qué derecho pretenden impedirle a ciudadanos no inscritos en partidos políticos, ser Constituyentes?. Aunque los confabulados para burlar la voluntad de la mayoría, quieran ignorarlo, según informe de Transparencia Internacional, la ciudadanía considera a los partidos políticos, a la Asamblea Nacional y al Órgano Judicial, como las instituciones más corruptas del país..
Con semejantes créditos, dudo que consigan las firmas, pero no sorprendería que en caso tal, los protagonistas de la maquiavélica trama argumentarán que el pueblo no quiera saber de Constituyente; sería una infamia, pero así podrían proponer reformas, para aprobarlas en dos legislaturas consecutivas. Por ellos, los interesados en un nuevo pacto social, exhortamos al pueblo panameño, a no hacerles el juego a los falsos demócratas, la vía racional es la Constituyente con plenos poderes.
Ludwig von Mises concluyó: ‘No existe una amenaza más peligrosa para la civilización que un gobierno de hombres incompetentes, corruptos o viles'. Firmarle a la cofradía, que en forma súbita suprimió la palabra ‘paralela' y rehúsa el debate, fortalecería la empresa criminal conjunta, y lo peor, así en vez de que la mayoría ciudadana decida, lo volvería a hacer la partidocracia, abusiva, corrupta y falaz. Basta de burlas como la del trabajo comunitario. Superaremos el letargo?... ¿Usted qué opina?