El oro panameño: la chicha de marañón que ya no se encuentra

Con la llegada de la Semana Santa y en especial del Viernes Santo, muchos panameños desean disfrutar de una refrescante chicha de marañones. Y por qué no deleitarse el paladar con dulce de marañón o de una cocada con pepitas.

Pues... eso en muchos hogares no es posible, ya que desde hace un par de años, una plaga prácticamente acabó con los árboles de esta fruta. Ya se ven muy pocos... Aquellos tiempos de asar pepitas con los primos o vecinos se extinguió.

Plaga e iniciativa

El periodista y docente universitario, René Hernández y su esposa, llevan tres años en la faena de repoblar Panamá con plantones de marañón.

A pesar de la plaga que prácticamente exterminó esta codiciada fruta, la familia Hernández cuenta con un vivero. "En plena pandemia colocamos más de dos mil plantones a un precio de seis balboas. Este año estamos con el mismo plan debido a la demanda de las chichas de marañón, las pepitas asadas y las conservas de esa fruta".

"Acabamos de enviar cientos de pepitas a Chiriquí para que el ingeniero agrónomo David Cedeño haga un semillero en La Concepción... Sería como una sucursal de la de Panamá... ¡Quién lo diría, de la capital mandan semillas de marañón al sector más productivo del país", contó Hernández.

Cada vez que mi esposa hace conserva y chicha en su negocio, la gente llega y las consume de forma industrial... Van tres semanas que una sola persona compra el 90 por ciento de la conserva... Esta semana llegó un cliente chiricano para que le vendieran una jarra de marañón, dice.

Arnulfo Gutiérrez, director General del Instituto de Innovación Agropecuaria de Panamá (IDIAP), explicó que los árboles de marañón se tenían en los patios o cercas como árboles silvestres, "así era el manejo de esta fruta en Panamá".

Explicó que con el pasar de los años y los cambios climáticos despertó "hongos que siempre han estado en el país" y causaron lesiones en las hojas o en los frutos. Estos hongos que les cayó secaron las hojas y que en los últimos años han atacado con mayor fuerza, al punto de casi exterminarlos de los patios o cercas donde la mayoría se encontraban.

Gutiérrez señaló hongos como Pestalotia heterocornis y el Lasidiodiplodia theobromae, este último que mencionó, dijo que obstruye los canales internos de la planta.

De acuerdo a Gutiérrez, el IDIAP en estos momentos no cuenta con un plan de reforestación de marañones, pero sí busca rescatar el cultivo, "buscamos hacer sembradíos comunitarios. Enseñar a podar y a quitar las hojas enfermas".

Investigadores del Idiap trabajan en diferentes alternativas para que la población de marañones en Panamá prolifere de nuevo.