- lunes 27 de mayo de 2024 - 12:00 AM
Si vas al supermercado y tu hijo te hace las famosas pataletas, presta atención, pues este comportamiento que se debe corregir.
Lo primero que tienen que saber los padres de familia es que no deben proyectar frustraciones ni enfado cuando se den estas situaciones; ellos deben mantener el carácter para que no se pierda el respeto tanto a fuera como adentro del hogar.
Los berrinches se han convertido en un dolor de cabeza para muchos padres de familia, en especial para la ciudadana, Raquel Araúz, pues su única hija, Alejandra Díaz, cada vez hace estas conductas cuándo se encuentra con un ‘no’.
“Al principio pensaba que era algo común de la edad de su pequeña, pero ya tiene 5 años y sus rabietas en vez de mejorar empeoran“, afirmó la madre de familia, quien acudió a un profesional para buscar los mecanismos y así ayudarlas a controlar esas emociones.
La psicóloga clínica, Geraldine Emiliani, explicó que entre los 2 a 4 años están en la etapa de la autonomía, donde comienza a tratar de imponer sus deseos ante los adultos que lo cuidan.
Citó que cuando al pequeño (a) no le dan algo que él quiere, empieza a gritar, a llorar, y tirarse al suelo. “Ante esto, los padres no pueden dejarse llevarse con estas conductas y ceder a lo que piden”, aconsejó.
Según la especialista, los familiares deben dejar que el niño se le pase, o ayudarlo a gestionar sus emociones. También recomendó aplicar la técnica del castigo o recompensa cuando los berrinches son frecuentes.
La técnica que indica la psicóloga consiste en premiar al niño o niña con pequeñas cosas si mejora su conducta, pero si su comportamiento sigue siendo pésimo se le castiga de acuerdo a su edad y eso consiste en quitarle algunos juegos y actividades de la preferencia del menor, como por ejemplo, el ver televisión, hasta que den indicios de mejorar dicha conducta.
De no corregirlos y de consentirlos, estos niños van a crecer con malcriadeces, y en su vida adulta serán dominantes, exigentes, agresivos, impositivos y presentarán problemas en sus relaciones interpersonales, entre otras situaciones.
Otra técnica es tomar un tiempo fuera, esta le permite alejarlos del estímulo que les causa la emoción desregulada, para poder bajar la intensidad de la misma. El tiempo fuera funciona tanto para los niños y para el adulto.
De acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) las rabietas o berrinches son un comportamiento normal en el desarrollo. Son más frecuentes e intensas en algunos niños que en otros y empeoran cuando están cansados, con hambre o con cualquier tipo de malestar.
La Unicef aconsejó a los padres de familia que cuando se encuentren en esta situación, lo primero que deben hacer es guardar la calma; dar contención (decirle permíteme ayudarte a salir de esto); si no acepta no poner el foco en lo que provocó la rabieta; y sobre todo no ceder a darle o hacer lo que quería.
Si usted, usted suele reaccionar a las rabietas de su hijo con enfado o perdiendo el control, si tu pequeño se lastima a sí mismo o a otros, o si usted continúa cediendo para evitar que se porte mal, se le recomienda buscar ayuda de un profesional.
