‘Mi mamá ha sido mi mejor modelo a seguir en la vida'
- jueves 08 de diciembre de 2016 - 12:01 AM
EJEMPLAR
Más que por el lazo maternal, hay mujeres que se compenetran tanto con sus hijas que estas terminan siguiendo sus pasos y optan por escoger la misma profesión que sus madres.
Pero, ¿qué tan fácil es seguirle el paso a tu madre o lograr llenar las expectativas profesionales que todos tienen de ella, más cuando es considerada por su círculo profesional como uno de los mejores médicos del lugar? Pues no es nada fácil, según Ericka Ferguson, hija de la doctora Eneida de Ferguson, quien al culminar sus estudios secundarios decidió estudiar medicina al igual que su mamá.
"Era todo un reto, mi mamá tenía su nombre ganado porque todo el mundo en Chiriquí sabía quién era la doctora Ferguson, no se trataba solo de ser buena académicamente sino llegar a ser tan buena como ella al ejercer", manifestó al explicar que cuando hizo sus primeros internados médicos, sus jefes fueron los compañeros de clases de su madre Eneida y siempre le recordaban lo buena que ella era en la escuela.
Orgullosa, Ericka cuenta que desde pequeña su mamá fue una inspiración, pues verla como ayudaba las personas y ese cariño con el que atendía a cada paciente fue un orgullo para ella.
"Estaba muy emocionada cada vez que mi mamá me llevaba con ella al Centro de Salud donde trabajaba, eso me hacía anhelar crecer pronto para poder ayudar a los demás al igual que lo hacía mi madre", comentó.
A pesar de tener un padre periodista (Osman Ferguson, Q. E. P. D) y de que sentía mucha admiración por él, Ericka decidió que su vocación estaba en la medicina por lo que, cuando decidió iniciar la carrera, su madre no dudó en darle las directrices necesarias para lograr convertirse en toda una profesional.
Eneida laboró durante 18 años como médica de urgencias, lo que la acercaba cada vez más a la gente vulnerable. Fue allí donde se enamoró más de su profesión y transmitió ese amor a su hija.
Para Eneida, quien es médico general, fue toda una bendición escuchar que su hija definitivamente estudiaría medicina, igual que ella. Aunque desde niña mostró interés por la carrera, no sería sino hasta que tuviera criterio que Ericka tomaría la decisión.
"Siempre ha sido buena hija y traté de enseñarle todo lo que sé para que fuera una gran profesional", señaló.
La madre no solo se siente orgullosa por Ericka, pues sus otros hijos también le han dado alegrías.
‘El más pequeño estudió mercadotecnia, otra administración y la otra es arquitecta', contó al resaltar que siempre trató de inculcarle a sus cuatro hijos los mismos valores que le enseñaron a ella sus padres.
‘Traté de darles el mismo trato y amor a mis cuatro hijos para que ninguno se sintiera con preferencia sobre el otro', destacó.
Pero su corazón se llena más de alegría cada vez que escucha a su pequeña nieta de 10 años decir que también le seguirá los pasos, pues la hija de Ericka también quiere estudiar medicina.
A sus 71 años, Eneida, aún labora en la Policlínica Gustavo A. Ross, en David, Chiriquí y asegura que si Dios le da vida y salud ella continuará entregando su amor y dedicación a sus hijos, nietos y pacientes.