El maestro ensacado que le cambió el rostro a la escuela Hernando Bárcenas

Lídice despide a Antonio Jaén, un educador que deja un legado importante en el Centro Básico General Hernando Bárcenas Fernández
  • martes 05 de septiembre de 2023 - 9:00 AM

El maestro de saco y corbata llegó hace más de 25 años al pueblo de Lídice, Capira. Su llegada trajo cambios positivos a la comunidad y una escuela marcada por la escasez. ‘Le decían la escuela de allá abajo, la escuela de Barraza', recordó una exalumna.

Antonio Jaén, aquel docente de saco y corbata, partió de este mundo dejando un legado imborrable. Con su peculiar calva reluciente, aguerrido y sabio, poco a poco cambió el rostro del hoy reconocido Centro Básico General Hernando Bárcenas Fernández.

Sus esfuerzos dieron fruto, uno de ellos fue el estreno de la banda musical. ‘Fue en 1996 cuando la escuela se presentó en el desfile cívico del 31 de octubre, con la banda de tambores, batuteras y liras", mencionó la joven que dirigió el batallón. En dicha participación la escuela fue galardonada con el primer lugar del concurso de bandas.

‘Antonio dejó un legado imborrable en el que resalta su visión en cada proyecto que gestionaba', aseguró su colega y amigo Secundino Flores.

Recuerda que fue de aquellos educadores sin horario. Le gustaba gestionar proyectos para la escuela. ‘Cuando llegó buscó la manera para mejorar la estructura porque era muy pequeña, se aumentarán las aulas de clases y el número de maestros', mencionó Flores.

Jaén en toda actividad escolar, clases y presentaciones estaba ataviado de saco y corbata, su pasión por la docencia llegó hasta su vestimenta.

Dentro de sus gestiones logró el comedor infantil, un bus tipo ‘Coaster', un pick-up y un motocultor que fue de ayuda para la comunidad educativa. ‘Él era así, un hombre de grandes proyectos y lo que consiguió fue porque no declinaba, era insistente y no conocía el cansancio', reconoció Flores.

Fue parte de la inauguración cuando la escuela se oficializó como primaria y pre-media. Jaén también dejó su aporte en el ámbito deportivo. Estuvo junto a otros incansables colegas en la gestión de la cancha de fútbol, el gimnasio y el laboratorio de informática.

‘En una ocasión hasta se cortó un dedo por estar cortando el llano con la máquina. Él era muy disciplinado en cuanto al mantenimiento físico de la escuela, no permitía que la escuela estuviera sucia, era extremista en la limpieza', dijo entre anécdotas su colega Flores.

‘Tenía en mente el proyecto de una extensión universitaria', acotó Cornelia Rodríguez, una madre de familia de la comunidad.

Él estaba regularmente las 24 horas en la escuela. Siempre que preguntaban dónde estaba el maestro Jaén, se sabía que se encontraba en algún rincón del plantel educativo o frente a la escuela, donde por muchos años vivió, o tomando una taza de café y leyendo el periódico donde sus amigos ‘Chico' y Margarita.

Hoy, sus estudiantes, colegas, amigos y allegados lamentan su desaparición física en medio de anécdotas en donde destacan la personalidad del docente, quien les inculcó la sana competencia para el desarrollo profesional.

El fin de semana se le dio cristiana sepultura en el distrito de Guararé, provincia de Los Santos, de donde era oriundo el maestro de saco y corbata.

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