Llano Marín ofrece una segunda oportunidad de vida para los reos

- miércoles 28 de junio de 2023 - 12:09 PM
Las personas privadas de libertad del centro penitenciario Llano Marín, provincia de Coclé, gozan el privilegio de contar con un centro no convencional, que combina la prisión regular con la abierta que requiere menor supervisión de seguridad por el perfil y evolución de la persona privada de libertad.
Estas características lo colocan en un sitial privilegiado y lo convierten en referencia nacional, por su variedad de actividades que se desarrollan, como parte del proceso de resocialización que realiza la Dirección General del Sistema Penitenciario (DGSP) del Ministerio de Gobierno. Su población total es de 152 personas privadas de libertad, de las cuales 132 son mujeres.
Yamily Tejedor, directora del centro, destacó que este es un centro que mantiene su población penitenciaria ocupada en proyectos de reinserción. Actualmente, 92 mujeres privadas participan de cursos que imparte el Instituto Nacional de Formación Profesional y Capacitación para el Desarrollo Humano (Inadeh), entre los que menciona: formación integral para el desarrollo humano, plomería básica, modistería y textil, laqueado y barnizado de madera, así como confección de puntadas típicas.
Tejedor agregó que también se destacan en los programas educativos que ofrece el Ministerio de Educación (Meduca), en cursos de costura y ropa típica, además de labores intramuros del centro.
Afirmó que por su dedicación y disciplina están encargadas del vivero Sembrando Paz de este centro lo que ha permitido la entrega de plantones al Ministerio de Ambiente dando cumplimiento al convenio marco que mantienen ambas instituciones, aporte que ayuda a la reforestación en la región coclesana.
Este vivero fue remodelado con el apoyo del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) con el fin de ampliar su capacidad y brindar mejores condiciones a las personas privadas de libertad para que aprendan todo lo referente al cultivo de plantas ornamentales, frutales y maderables nativas de Panamá.
En cuanto a los varones, se alojan en la Casa Granja, quienes son evaluados y reciben tratamiento progresivo y seguimiento con relación a beneficios que ofrece la DGSP tales como: permiso de estudio, laborales y capacitación. También, participan de los programas educativos, talleres y labores intramuros.
Los privados son el eje motor en los programas de cultivo como maíz, tomate, ají, zapallo, guandú, saril, yuca, achiote, arroz, culantro, pepino, papaya, guayaba y piñas, además de la siembra de tilapias y la cría de aves de corral.
También, se incursionó en el arreglo de sillas, esto de la mano con la Universidad de Panamá, reparando más de 100 bancas que usarán los futuros profesionales que cursan estudios superiores.