La basura: recoger o no recoger... he ahí el problema

Tras la deficiencia del servicio oficial, surge una recolección informal de basura con carretillas
  • domingo 31 de agosto de 2025 - 12:00 AM

Ante la falta de recolección y la poca frecuencia de camiones recolectores de desechos, las diferentes comunidades han visto surgir de entre pobladores, un nuevo servicio informal de personas del barrio, que, armados con una carretilla, se dedican a suplir esta necesidad, prestando el servicio por algunas monedas.

Y es que, ante la necesidad apremiante de los hogares, por deshacerse de los desechos que a diario se producen en los hogares, los moradores prefieren pagar a estos improvisados recolectores de basura, y evitarse los engorrosos problemas de mantener por muchos días, sus botes de basura repletos en casa, con materiales orgánicos que se degradan y producen malos olores.

Los prestadores improvisados del servicio de recolección, botan desde basura orgánica hasta mobiliarios de madera, metal e incluso basura vegetal, por una tarifa de común acuerdo, que varía desde 50 centésimos, hasta 5 dólares.

Sin embargo, muchos contratantes se preguntan, ¿A dónde van a parar todos estos desechos recolectados? La respuesta está quizá a pocos metros de sus hogares, en vertederos improvisados a lo largo de las comunidades, donde además de mostrar una desagradable cara del lugar, son el generador permanente de ratas y otras alimañas que ponen en peligro la salud de los ciudadanos.

Un ejemplo es un punto en la vía principal de La Cabima, en Alcalde Díaz, donde un predio abandonado, que es propiedad privada, se ha convertido desde hace más de un año, en improvisado punto de desembarco de desechos, por parte de toda la flotilla de carretilleros recolectores, ante la mirada esquiva de las autoridades.

Sin embargo, advierten los moradores que “cada día intermedio, un vehículo de aseo llega con una retroexcavadora a retirar la basura acumulada”, lo que hace entender que las autoridades de aseo están de acuerdo con esta situación.

Mientras tanto, ante la falta de los antiguos tanques donde depositar la basura, continúa esta danza de recolectores, y los patacones improvisados, que molestan a quienes son responsables pagando una tasa de aseo, y que se torna indiferente para quienes no cumplen con sus pagos, pero que igualmente tienen que pagar el acarreo permanente de los recolectores del barrio.