Justo Arosemena y sus 200 años de legado para los panameños
- jueves 10 de agosto de 2017 - 12:00 AM
CONMEMORACIÓN
Hace 200 años el Istmo vio nacer al un hombre que se convertiría en el padre de la nacionalidad panameña, Justo Arosemena Quesada, quien con su lucha por defender los derechos e innumerables aportes cívicos e intelectuales logró la creación de ‘El Estado Federal de Panamá" en 1855.
Arosemena fue un diplomático, político, filósofo, historiador y un gran escritor; pero hay una faceta de él que hasta hoy no había sido profundizada y es el papel que jugó como conciliador internacional.
Ayer, como parte de los actos de la conmemoración del Bicentenario de su nacimiento, el jurista Julio Linares Franco expuso en una conferencia el rol que jugó el padre de la patria como un ‘Gran Internacionalista'.
En su intervención Linares Franco explicó que Justo Arosemena destacó como una figura importante en países como Inglaterra, Francia, Chile, Estados Unidos e inclusive que intervino en conflictos en Venezuela y Cuba.
‘El Justo Arosemena internacionalista no es tan conocido como el constitucionalista, ese que creó el Estado Federal de Panamá y fue un polifacético de las leyes', dijo.
Destacó que Arosemena sobresalió en el derecho internacional público, el derecho penal y ocupó muchos cargos como senador, congresista, secretario de relaciones exteriores, embajador.
‘Justo Arosemena debe ser visto hoy como esa luz en medio de los problemas políticos que debe motivarnos para crear siempre un mejor Panamá', concluyó.
La Asamblea Nacional también le rindió honor ayer mediante un acto especial.
En el acto solemne, Carlos Guevara Mann, estudioso de la vida del insigne patriota, hizo una analogía del pensamiento de Arosemena.
Guevara Mann lo describió como el maestro esmerado, escritor combativo, diplomático sesudo y gobernante desprendido.
Álvaro Alemán, ministro de la Presidencia, habló sobre la visión de Arosemena de lograr un Estado justo, moderno y equitativo.
La presidenta de la Asamblea, Yanibel Ábrego, lo definió como un espartano de la palabra, incorruptible y con una vida fundada en profundos valores de lealtad, sin apegos a las cosas materiales o al orgullo.
En el acto se le otorgó la medalla Justo Arosemena a Adán Ríos, Carlos Bolívar Pedreschi, Aura Emérita Guerra de Villalaz, Mario Julio Galindo, Adolfo Ahumada y Jacobo Salas.