Infamia... Una opinión
- martes 05 de enero de 2021 - 12:00 AM
El respeto al ordenamiento jurídico, como la administración de justicia, son importantes, pero en un Estado de Derecho, propiamente dicho, la salud y la educación, tienen prioridad. Desde marzo del 2020, cuando se identificó el primer caso, hasta el presente, en medio de las profundas desigualdades sociales existentes y con un sistema sanitario colapsado; basándose en el estado de excepción, la administración dispuso medidas restrictivas, que ya han traducido mayores repercusiones sociales y económicas; que lejos de aliviar la crisis, la acentuaron.
Panamá pidió ayuda a varios países, pero solo Cuba respondió, decisión que, a falta de argumentos, fue adversada con prejuicios. Solo en el curso de la actual pandemia, especialistas cubanos han acudido a diecinueve países, no obstante, a la fecha, ningún brigadista se ha contagiado con el virus.
En Cuba, ningún miembro del personal de salud, manejando la pandemia, ha muerto a consecuencia del virus; además, es el único país latinoamericano, que actualmente ensaya dos vacunas, la ‘Soberanía I', ya en fase III.
Quienes condenan la remuneración del personal, como apuntara un diplomático, deberían saber que el Estado cubano, que garantiza protección efectiva, en salud y educación, a toda la población, decide sus asuntos sin injerencia de terceros; por lo cual, responsablemente destina la mayor parte de la compensación económica, a las instituciones dedicadas a la investigación, desarrollo e innovación para la salud, como el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, el Instituto Kurí, etc., donde no solo han desarrollado las vacunas que abastacen casi la totalidad de las que aplica el programa nacional de inmunización, sino que además, fármacos de comprobada eficacia, ubicando a Cuba como centro de referencia internacional, siete de cuyos científicos fueron elegidos por la IAP como asesores para enfrentar la Covid 19 en el mundo.
Sin embargo aquí, un funcionario de banco de sangre objetó a un especialista en Medicina Transfusional, aludiendo ‘falta de idoneidad'.
Bastaría una pizca de racionalidad para deponer tan absurda actitud e interesarse en la metodología y en los principios en que se sustenta un Sistema que le confiere prioridad a la salud, que la considera un derecho de todos, y establece como deber del Estado garantizar el acceso, la gratuidad y la calidad de los servicios; que explican la abismal diferencia respecto de nuestro caótico, obsoleto e inoperante sistema sanitario, que nos ubica actualmente como el país con el mayor índice de contagios y muertes por cien mil habitantes.
En Cuba, la salud pública está a cargo de un equipo técnico multidisciplinario, que planifica en base a la valoración de información bioestadística y ejecuta, con participación de la población, un programa de acciones coordinadas, cuyos resultados se analizan de manera contínua, en un escenario donde no hay cabida para la politiquería y m ucho menos para la indignante corrupción.
Por pudor deberíamos agradecer y no pretender descalificar ni exigir requisitos, que jamás se atreverían a soñar para otras giras médicas foráneas. Urge revisar y actualizar la educación superior en las diversas disciplinas de la salud, para que respondan a criterios de humanismo, solidaridad y eficiencia. Por tanto, lo procedente es aprender del sistema sanitario cubano, y tratar de reproducirlo, en vez de seguir avalando el nuestro, que solo garantiza la prevalencia del egoísmo, en favor de los pocos que tratan de saciar su desmedido afán de lucro, aunque ello implique sufrimiento para muchos .. Usted qué opina?