- viernes 31 de octubre de 2025 - 12:00 AM
Cierre y polémica. La Asamblea Nacional (AN) clausuró ayer, en un ambiente de alta tensión, la primera legislatura del segundo periodo de sesiones ordinarias, con el debate sobre la reforma del Reglamento Interno aún pendiente, y en medio de reclamos públicos.
La jornada final estuvo marcada por la frustración de sectores de la oposición y de la sociedad civil, quienes exigen modificaciones al Reglamento Interno para limitar las supuestas prebendas y el poder discrecional de los diputados, un tema que la mayoría de los diputados parece evitar.
No obstante, el presidente de la Asamblea, Jorge Herrera, salió al paso de estos cuestionamientos, y en tono firme indicó que él no tiene problemas en abordar este tema dilatado.
“Yo no tengo ningún temor de estar discutiendo el Reglamento Interno... espero que todas las bancadas respalden esta iniciativa”, manifestó.
Herrera hasta se aventuró a dar una fecha: “A partir de enero” dijo que se podría tener ya un nuevo reglamento interno, “que es lo que pide la población panameña”.
Pero a pesar de este compromiso verbal de Herrera, las reformas siguen sin ser discutidas. El consenso general entre analistas es que la mayoría de los diputados optan por mantener el status quo, blindando el reglamento tal como está, dejando vacíos en cuanto a la transparencia o la conducta ética del servidor público.