Guna Yala tiene sus futbolistas de arena y mar

Descalzos y con la pelota casi irreconocible, unos niños juegan fútbol sin parar en la comunidad de Gardi Muladub, en la comarca Guna Yala, una isla de un área indígena en el Caribe panameño.

Son las 12:00 del mediodía y el sol es inclemente para mí, una persona que ya se ha acostumbrado a vivir en la ciudad de Panamá. Pero para los pequeños eso no es impedimento. Sus cabellos amarillos y su piel curtida son indicativos de que han estado bajo el sol desde que empezaron a caminar, pescar o jugar.

Para ellos no importa si no hay una portería adecuada, solo basta con encontrar algunos objetos que puedan delinear el área donde deberán estar los marcos. Pueden ser chancletas, rocas y palos que encuentren en algún rincón.

Aunque no conozcan de reglas oficiales, tienen las suyas. Y no importa si uno quiere salir a descansar, el juego sigue, y los mismos jugadores son árbitros.

‘Así es la vida de los niños en Guna Yala', comenta Olo Díaz, un morador. ‘Si tuvieran alguna cancha o un entrenador, quizás en el futuro podrían estar en alguna liga, pero acá nadie mira', se lamentó.

Sin embargo, reconoció que el fútbol ha avanzado en la comarca y prueba de ello son los torneos regionales y comarcales que se organizan cada cierto tiempo. ‘De todos modos nadie escoge a esos muchachos para jugar en algún club', acotó en medio del pesimismo.

Con muchas necesidades

Las ganas de comerse el mundo sigue en el espíritu de esos pequeños futbolistas, a pesar de las múltiples necesidades que pasan, que van de falta de recursos económicos de sus padres, las escuelas en mal estado y desde luego, la falta de lugares de esparcimiento adecuados debido al hacinamiento de las comunidades y ahora el peligro del calentamiento global.

La deserción escolar, uno de los problemas en comunidades indígenas sigue siendo un reto para las autoridades del área..

Según el informe ‘Niñez fuera de la escuela y en riesgo de exclusión educativa en Panamá Iniciativa NFE (OOSCI) 2019-2020', preparado por el Gobierno Nacional y la Unicef en 2020, la proporción de disminución de matrícula entre 11 y 14 años (exclusión de hoy) es mayor al 21,9% en las comarcas indígenas, el máximo registro para el país.

Son las 3:00 p.m. El juego parece no pararse. El abuelo sol poco a poco va escondiéndose detrás de las casas y con eso se van formando sombras para beneficio de los jugadores. Pero también necesitan cubrirse de las necesidades más apremiantes y la apertura de oportunidades que parecen no llegar.