Un grano no hace granero, pero estoy abriendo camino
- lunes 01 de octubre de 2018 - 12:13 AM
ENTREVISTA
El catedrático y abogado Miguel Antonio Bernal, candidato a la Presidencia, considera que sus acciones abren camino para crear conciencia a las próximas generaciones sobre la importancia de la democracia y pelear por el respeto a los derechos humanos.
¿La mayoría piensa que una democracia participativa consiste en votar en las elecciones?
Eso es totalmente opuesto. Eso en una democracia representativa se podría tolerar, pero en una participativa se supone que los ciudadanos dejan de ser espectadores para ser actores en su medio, en su calle, o barrio. En lo cotidiano de la vida. Yo creo que debemos ser adictos a la libertad porque son ultra violadas, tenemos una población que vive a espaldas de sus derechos.
¿Qué tan consciente es el pueblo de eso?
No son conscientes, es parte del propósito del sistema, impedir que la gente conozca sus derechos y hacen todo lo imposible para que así sea, y hasta ahora, han logrado que un amplio sector de la población esté anestesiado por los cantos de sirena de todos los que practican la corrupción.
¿Es un complot?
Es una mentalidad de carácter autoritario que en Panamá predomina en los sectores dominantes. Toda la gente de poder no son democráticos y se cree que sí son. Se auto engañan porque les favorece. La mejor prueba de ello está en el comunicado de la Cámara de Comercio e Industrias pretendiendo, en combinación con el Ejecutivo y Legislativo, imponernos unas reformas a la Constitución que no son parche, ni curitas, sino 6 artículos mediante los cuales ellos buscan salvaguardar sus interese y no los del país.
¿Hay lugar en nuestro sistema político para Miguel Antonio Bernal?
A lo largo de los últimos 3 siglos nos hemos dado cuenta que nunca hay lugar para los que hemos luchado por los derechos humanos y las libertades. Pero siempre terminan abriendo el espacio. Dicen que un grano no hace granero, pero lo que pasa es que yo estoy sembrando sin ponerme a ver si cosecho, yo se que la lucha por las libertades es permanente.
¿Cómo quiere que lo recuerden?
Como un agitador de consciencia, no aspiro a más, y dejarle a mi hijo una actitud de vida.
¿Qué tan conscientes están las nuevas generaciones sobre nuestra situación?
Hay unos interesados en lo cotidiano porque el ambiente les ha llevado a darle la espalda. Pero los que se interesan lo están haciendo de una manera más noble que algunos que andan emplanillados y reciben privilegios desde que entran a la universidad para desviar la atención de los problemas. Nosotros tenemos una Universidad Nacional que requiere más debate y academia porque sin ellas no puede haber docencia. Eso no lo hemos logrado alcanzar.
El TE es una de las instituciones que más credibilidad tiene, usted tilda de corruptos a los magistrados, ¿el resto esta ciego?
Decía Montesquieu: son engañados aquellos que se dejan engañar. Aquí hay cualquier cantidad de gente que le gusta que lo engañen. Yo no digo que puede haber corrupción en el Tribunal Electoral, yo digo que los 3 magistrados son corruptos y por eso los tengo querellados. Lo que pasa es que yo los querello en un Ministerio Público que también es corrupto, y si eso va a la Corte, ahí también hay corrupción entonces no puedo hacer, como ciudadano -o como alguien dijo por ahí, el sistema Bernalacusatorio-, no me puedo quedar cruzado de brazos y no hacer nada. Ahora, si la ley favorece a los cocotudos, ni modo.
¿Cómo debería de darse la Constituyente?
Yo creo que tiene que abrirse un proceso Constituyente de 6 meses de lo que yo llamo un periodo de alfabetización constitucional en el que los ciudadanos podamos conocer un poco y hacer nuestras propuestas, después hacer la convocatoria dentro de las reglas del juego para que 6 meses se haga la elección como ha ocurrido en más de 100 países en los últimos países y han seguido andando. Aquí se quiere hacer de la Constituyente un cuco, prueba de ello es la manifestación de la Cámara de Comercio que dice que solo hay que hacer una reforma de 6 artículos a la medida de sus intereses.
¿Hay cosas de la Constitución que no debemos cambiar?
No puedes decir en una Constitución la dicotomía de lo bueno y lo malo. Nos vamos a quedar con esto sí y esto no, no. La Constitución es un todo y responde a la concepción de la sociedad. Por eso es que esos parches no sirven, crean más problemas.
Algunos tienen aprehensión en darle a gente que puede salir electa por clientelismo, la responsabilidad de cambiar la Carga Magna...
No pongamos la carreta delante de los bueyes. Lo arriesgado es seguir como vamos, ahí ya está deformada la Constitución y el hobby de los magistrados y políticos es violarla. Aquí en 1945, cuando no había ninguno de los avances tecnológicos y conocimientos científicos que hoy tenemos, se hizo una Constituyente y el país brincó hacia adelante. Hemos pasado por alto hacer una Constitución nueva cuando nos devolvieron el Canal, y que por primera vez, desde 1501 pudimos decir que teníamos la integridad territorial. Pero le seguimos dando la espalda por conveniencia.
¿Qué garantía tenemos de que ese nuevo documento responda a los interese del país?
Por eso necesitamos la participación ciudadana para establecer los mecanismos que van a permitir una participación real respetando los principios que hoy no se respetan. Lo primero que hay que hacer es saber qué país queremos, qué normas queremos, pero eso de salir a decir que para que haya justicia los magistrados deben ser nombrados por 20 años, no es colectivo. Por qué no dicen mejor que hay que fortalecer los conocimientos de garantías, deberes, obligaciones.