A la generación 2022 del Instituto Fermín Naudeau de parte de un exalumno

I Parte
  • domingo 08 de enero de 2023 - 12:00 AM

Soy egresado del Instituto Fermín Naudeau donde disfrute mis mejores años de adolescencia. Luego del tiempo transcurrido sigo con el orgullo de las lecciones y el recuerdo de la entrega de nuestros docentes.

Pertenezco a una generación que nunca se consideró perfecta. Sin embargo, fuimos educados en los valores del respeto, solidaridad humana, moral y entrega total con nuestra patria. La perfección en los estudiantes no existe y menos en mi generación de secundaria; estoy seguro de que siempre será así. Sin embargo, los tiempos cambian y la juventud es movida por los resortes del sistema en el cual viven.

Es comprensible que todo acto que este fuera de esos marcos de comportamiento del orden, debido a que la sociedad en el conglomerado de la juventud, se muta hacia modas y la farándula moderna, las cuales han hecho trizas a los estudiantes a través de las redes sociales cuya influencia los ha volcado al abismo de la vulgaridad justificada con el torpe principio de la libertad de expresión.

Traemos esto a colación por la conducta de un grupo de jóvenes del Instituto Fermín Naudeau generación 2022, quienes con el más displicente vocabulario reniegan de sus conocimientos aprendidos.

¡Qué vergüenza¡ Me perdonarán pero no seré recatado, ya que me es imposible tirarle flores y un fuerte aplauso por sus desafiantes expresiones. Seré muy duro. No existe perdón a estos mozalbetes engreídos que, simulando una escapatoria rápida ante la responsabilidad moral y cívica con su alma mater dañan la imagen a uno de los centros docentes más importantes de nuestro país.

En total diecinueve (19) estudiantes de este colegio habían declarado: me gradué y no me sé ni las tablas, ni química, ni historia, inglés biología. Una me sorprendió con estas palabras. ‘Me gradué y no se ni un coño de química,' etc.

Aclaro es prudente hacer la excepción de estas expresiones al resto del grupo de graduandos. Y lo hago porque en mi fuero interno estoy seguro de que no es la consigna de toda la generación del 2022 del mencionado colegio.

Sé que hay estudiantes responsables con un ideario de emociones limpidas y con grandes sentimientos en el futuro como buenos panameños. Son auténticos en su sentir serios en sus compromisos y no sumisos al sistema de antivalores que imperan en nuestra sociedad.

El Instituto Fermín Naudeau es un colegio donde existe la diversidad de pensamientos y sobre todo provenientes de diferentes sectores sociales. La mayoría con criterio propio y consciente del sacrificio que hacen sus padres para hacerlos personas útiles a las sociedad y que miren la vida más allá del horizonte de sus limitaciones personales.

Es hora de poner a los padres de familia en la mira del comportamiento de sus hijos. Ya lo señaló Pepe Mujica: ‘A la escuela se aprende pero en la casa se forma'. Un docente tiene aproximadamente un tiempo estipulado reducido para enseñar. Y qué del padre de familia y su responsabilidad.

Cuántos de los padres de los diecinueve (19) estudiantes asistieron al colegio a percatarse y confirmar durante el año escolar si sus hijos cumplían con sus responsabilidades escolares o cuántos eran los profesores irresponsables que ellos señalan.

No señores la ecuación siempre ha sido culpar al docente. Y el padre que. No creo el argumento que hoy existe la generación de CRISTAL, y que la vieja generación se está muriendo. No señores la generación de hoy es el resultado de permisividad de los padres. Con el recatado cuento que mis hijos no sufrirán lo que yo sufrí. Que axioma más irreal. Pues que su hijo sufra le han dado todo. Hasta celulares con más funciones que ni siquiera utilizan. Solo con el sentir que su objetivo es usar ropa de marca es lo que identifica.

Padres de familia lo que hicieron estos estudiantes es cruel. Y no lo afirmo por el derecho que tienen a la protesta por lo contrario por lo grotesco y lo fantoche de la misma.

La juventud tiene que ser rebelde y constestaria y debe seguir la línea de fuerza de la generación de estudiantes de 1958 y 1959. Me duelen estas expresiones a escasos días del 9 de enero de 1964. Si ni siquiera esta juventud que se la ha denominado de cristal ni siquiera sabe que ellos tienen un Canal por que murieron panameños que lucharon. Y que un joven como ellos Ascanio Arosemena murió de un disparo de un francotirador gringo.

Soy egresado de ese glorioso Instituto Fermín Naudeau de bachiller en letras y les pido a los padres de esos mozalbetes que cuiden sus expresiones porque han causado la repulsa de la sociedad.

Ahora me dirán que tienen derecho a la protesta. Si la tiene igual como nuestra generación salió a las calles el primer día de clases de 1976 por falta de aula de clase. Ustedes los diecinueve estudiantes qué hicieron para que lo que critiquen cambiara. Nada.

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