El ‘fenómeno de los pandilleros’
- lunes 30 de julio de 2012 - 12:00 AM
La muerte de su hijo de 17 años lo motivó a trabajar para rescatar a jóvenes delincuentes de varios sectores del país.
Eric Batista, un exparticipante en bandas organizadas y fundador del Movimiento Anti Pandillas (MAP), cambió su pasado por dedicarse a evangelizar en las cárceles y en las calles, para mostrarle a los jóvenes que así como el vio la luz y salió de la delincuencia, también existe un camino de salvación para ellos.
El Siglo (E.S.): ¿Quién es Eric Batista hoy día?
Eric Batista (E.B): Eric Batista, hoy día es un pastor que se dedica a evangelizar a aquellos jóvenes de las calles y a los que están presos por haber tomado una mala decisión, también soy fundador del MAP, un movimiento que se encarga de trabajar con pandilleros.
E.S: ¿Qué lo motivó a crear el MAP ?
E.B: En el incendio del 9 de enero del año pasado, en el Centro de Cumplimiento Arco Iris, uno de los jóvenes que murió era mi hijo. Eric Batista Jr., tan solo tenía 17 años, a él lo detuvieron por posesión de arma de fuego. Una de sus últimas palabras fueron: ‘Papá por favor, háblales a los muchachos que están allá afuera para que no cometan mis mismos errores. Diles que si siguen un mal camino, pueden acabar como yo’. Desde ese momento, Dios puso el sentir en mi corazón de crear un movimiento para rescatar aquellos que estaban perdidos, y fue así que se fundó MAP.
E.S: ¿A qué pandillas se ha podido acercar para hablarles de la palabra de Dios?
E.B: He podido trabajar con las tres bandas más peligrosas de Panamá: ’Bagdad’, ’Pentágono’ y los ’Matar o Morir’ (Mom).
E.S: ¿No le da temor cuando se acerca a los jóvenes de estas pandillas?
E.B: En realidad no me da miedo. Cada vez que me acerco a esos jóvenes voy con la cobertura de Dios. Esto es un trabajo que Él, por medio de la muerte de mi hijo, puso en mi corazón realizar para llevarles un mensaje de paz y salvación.
E.S: ¿Perteneció usted alguna vez a una banda organizada o pandilla?
E.B: Cuando tenía 20 años tomé la mala decisión de pertenecer a una banda organizada. Estuve casi 15 años realizando varios actos delictivos. A los 29 años estuve preso por el delito de secuestro. Pasé 5 años detenido en la cárcel La Joyita donde conocí a Dios. Salí de ahí siendo pastor y ahora predico una vez a la semana en ese reclusorio.
E.S: ¿Qué le ha impactado de trabajar con estos jóvenes?
E.B: Lo que más me ha impactado, es que estos jóvenes han depositado en mí una confianza muy grande. Ellos cuando llego a su territorio guardan sus armas y si están fumando, dejan de hacerlo y dicen: ‘Llegó el fenómeno de los pandilleros’. Trabajar con ellos no es fácil. Cualquier persona no puede llegar donde están, pero son conscientes que lo hago por su bien, para hacerles entender que existen otros caminos que lo llevan a una mejor vida.
E.S: ¿Por qué cree usted que ellos tienen tanta confianza en usted?
E.B: Porque saben que pasé por la misma situación en la que están ellos, solo alguien que ha vivido lo mismo puede hablarles del camino errado que están tomando y de hacerles saber que se puede cambiar y de que existe una persona que nos ayuda a lograrlo que es Jesucristo.
E.S: ¿Piensa usted que el Gobierno debe trabajar más por la juventud?
E.B: Claro. Muchos jóvenes no saben qué hacer y es en esos momentos de ociosidad que entran en este mundo. Se necesita del apoyo del presidente de la República, Ricardo Martinelli, del ministro de Seguridad, José Raúl Mulino y de la Policía Nacional, para poder rescatar a quienes se puede, antes que sea muy tarde. Estoy dispuesto a sentarme hablar con cualquier autoridad para que juntos podamos buscar una solución.
E.S: ¿Qué mensaje puede dar a la juventud panameña?
E.B: No solo a la juventud panameña, sino a la del mundo entero. La Biblia dice que ‘existen caminos que al hombre le parecen correctos, pero su fin es camino de muerte’. Mi consejo es que no aparten su mirada al mal, porque esto a la final siempre trae desgracia. Que canalicen sus energías en cosas productivas y buenas y no perdiendo su vida cometiendo actos delictivos porque esa es la paga que a la final se tiene; la muerte.