Estudio sobre el libro ‘Drogas: el profundo mundo de las adicciones'

Es una obra de José Abel Almengor Echeverría
  • miércoles 16 de febrero de 2022 - 12:00 AM

El último libro de José Abel Almengor Echeverría titulado Drogas: el profundo mundo de las adicciones, publicado en 2021 en su segunda edición emerge en el contexto real de la sociedad panameña como un llamado a un debate abierto, a la discusión basada en evidencias y al análisis agudamente crítico sobre esta problemática de las drogas. Su lectura está matizada –de principio a fin– con la vasta experiencia que tiene el autor como conocedor del tema, ya que fue secretario judicial de la Fiscalía General de la Nación en 1997 y como fiscal Especializado en Delitos relacionados con Drogas en la Procuraduría de la Nación en 2005-2009.

El autor dinamiza sus 296 páginas del libro no restando seriedad o profundidad a cada uno de sus diversos planteamientos sobre la problemática de las drogas. Es un libro circunscrito a 6 capítulos o apartados, los cuales dan lógica y estructura a sus contenidos de manera secuenciada, clara y de correcta distribución.

El primer apartado sirve como una introducción a la definición de droga donde relaciona este concepto con neurotransmisores y receptores.

Destaca la presencia de sustancias psicoactivas en la naturaleza, las bases neurofisiológicas de las adicciones y el rol que juega tanto el cerebro como sus diferentes estructuras. En el segundo capítulo elabora cuestiones sobre las drogas lícitas e ilícitas. En el primero incluye el tabaco, el alcohol y los fármacos que, pese a su legalidad también hace estragos en la salud de las personas por su adicción. De la misma forma trata las drogas ilícitas y su normativa en el ámbito internacional y nacional establecidos en el Código Penal, donde el autor hace los comentarios pertinentes sobre las leyes que hay al respecto. En este apartado incluye las drogas como la marihuana, cocaína, metanfetamina, morfina y heroína, drogas que están afectando en la actualidad a la juventud panameña.

En tercer apartado introduce otro tipo de drogas, los fármacos controlados según la receta médica, los cuales forman parte del fenómeno y que, por el excesivo drogocentrismo son regularmente segregados de su análisis.

El cuarto y quinto apartado aborda la problemática del uso de los esteroides anabólicos en los deportes de rendimiento y la adicción a la drogas lícitas e ilícitas presentes en los alimentos y el azúcar. Elementos que es uno de los principales impactos de la permisividad de estas sustancias que afectan la salud de los panameños, dado la adicción que genera el azúcar en las personas. El apartado final incluye la ludopatía como un problema de adicción que también afecta a las personas que suelen gastar su dinero en los casinos o juegos de azar.

En líneas generales, la esencia de este libro se centra en las adicciones del sujeto/persona– como una sustancia de origen natural o químicamente elaborada, cuyo uso, determinado por una función subjetivamente atribuida, y nivel de vinculación con la violencia social en la sociedad panameña. Sin embargo, más allá del foco asignado a estas y otras tantas definiciones, el problema de las drogas, tal y como nos recuerda este libro en cada una de sus páginas, es el resultado de un largo proceso de construcción social que repercute en diferentes ámbitos e incide en las políticas de salud pública y de seguridad que se implementan para abordar este fenómeno.

Las conclusiones centrales que decantan en una serie de sugerencias explícitas y reflexiones coherentes en este libro se enfocan en la prohibición y guerra contra las drogas ilícitas; la crítica hacia la política pública tradicional y sus fundamentos en cuestiones morales y punitivas que excluyen la evidencia en drogas lícitas. En este sentido , el conocimiento que nos deja este libro se basa en la necesidad de quitar el rótulo sobre el tema de las drogas como un exclusivo problema de seguridad (que requiere castigos, prohibiciones o quimeras como la abstinencia) y verle como una cuestión de salud que invita a relevar los enfoques salubristas. Este corolario del libro de José Abel Almengor Echeverría nos recuerda que las nociones clásicas y hegemónicas de persecución y criminalización de todo aquello que involucra a las drogas, continua incluyendo –perversamente– a los únicos que no forman parte del lucro en la cadena del narcotráfico: los usuarios.

Para quienes tengan conocimientos previos sobre las drogas este libro les permitirá rememorar afablemente algunos contenidos esenciales y actualizar otros. Para aquellos que no tengan referencias previas en el tema (además de la propia experiencia) recibirán una fuente importante de información y recursos para hablar sobre las drogas, discutirlas y comprenderlas. Echeverría maneja un lenguaje accesible, ordenado y prolijo, sumando una serie de recursos adjuntos que favorecen su incorporación por medio de conceptos que van guiando y enriqueciendo la lectura. Es un aporte muy significativo para estudiantes e investigadores sobre el mundo de las adicciones.