Esclavas sexuales recogían mil dólares al día

Las esclavas sexuales eran obligadas a trabajar por 500 y hasta mil dólares al día sin recibir ni un centavo, otras eran drogadas para que rindieran en tiempo y dinero.

Daira Campos Palacios es directora de la Oficina Contra la Trata de Personas del Ministerio de Seguridad Pública y sostuvo que en este momento hay seis personas identificadas que enfrentan el delito de trata de personas. ‘Tenemos cinco personas de nacionalidad panameña, seis de nacionalidad colombiana y una de nacionalidad venezolana', detalló la funcionaria.

Obligadas a prostituirse

Según Campos, las niñas y adolescentes fueron rescatadas en la operación conjunta (Panamá y Costa Rica) Luz de Esperanza, y fueron identificadas como víctimas de explotación sexual; mientras que el 14 de agosto con la Operación Galaxy, se logró aprehender a dos colombianos y a un italiano.

Reveló que en Luz de Esperanza las personas vinculadas son panameñas, ‘hablamos de abuelas, tías, madres y parientes cercanos de las víctimas'.

‘Ellas [las víctimas] no pueden decidir qué cliente atender como tampoco qué día se sienten mal y desean descansar. Vemos casos de víctimas que han dicho que se les ha obligado a introducir algodones para taponarlas prácticamente durante sus períodos menstruales para que sigan realizando actividades sexuales y produciendo dinero para los tratantes', señala Campos.

Agregó que las investigaciones han dejado en claridad que algunas víctimas cobraban mil dólares en un día de trabajo y no recibían ningún tipo de remuneración y todo el dinero era para la tratante.

‘Porque les ponían cuotas diarias de 500 diarios y de no alcanzar la cuota al día siguiente tenía que pagar los 500 dólares más el saldo que le debía en multas y nunca terminaban de pagar, además si el cliente lo deseaba, era drogada por la tratante, la obligaban a consumir drogas', reveló.

Para el criminólogo Marcos Aurelio Álvarez ‘la trata de mujeres en Panamá, la ejercen hombres del mundo político y empresarial que se aprovechan de la miseria humana y trafican con mujeres para que ejerzan la prostitución clandestina; ellas vienen engañadas al país con promesas de empleo bien remunerado, pero una vez en el sitio se les decomisa sus papeles de identidad, los cuales son retenidos por los proxenetas, quienes las convierten en esclavas sexuales y las ponen a trabajar para ellos'.