Empleos estancandos: la Realidad del sector de la construcción

Con su lonchera y su hoja de vida bajo el brazo es como decenas de jóvenes se acercan a las obras de construcción con la esperanza de conseguir un empleo y quedar trabajando ese mismo día.

Este escenario se vive cada mañana en la construcción del nuevo Hospital del Niño (HN) donde los ciudadanos tocan la puerta para ver si por fin se les cumple el milagrito: tener un empleo y salir de las frías estadísticas del desempleo. Actualmente, se habla que unas 155 mil 625 personas están desocupadas o sin empleo en Panamá.

La realidad es dura. El sector de la construcción aún no ha logrado recuperar los niveles de empleo que tenía en 2020, cuando se generaron 23 mil 587 plazas, ni hablar del 2019, cuando se contabilizaban más de 80 mil obreros en la industria.

Desde entonces, se han perdido más de 56 mil puestos de trabajo, una situación que no ha logrado revertir.

Saúl Méndez, representante del Sindicato Único Nacional de Trabajadores de la Industria de la Construcción y Similares (Suntracs), dijo que desde el 2021 el sector ha mantenido solo 20 mil obreros laborando.

“El sector de la construcción sigue contraído”, añadió Méndez, quien explicó que los proyectos terminan y son pocas las obras de construcción nuevas que se están desarrollando. “En el país las obras consideradas megaproyectos son pocas, cuarto puente es lo más significativo; en estos momentos existen solo 20 mil obreros y obreras, las estadísticas de crecimiento del sector son esos, en la práctica no se refleja”, enfatizó.

El panorama a fin de año no es alentador. La Cámara Panameña de la Construcción (Capac) prevé que el sector seguirá creciendo este año, aunque a un ritmo inferior al registrado en el 2023 y esperan que se acelere en el 2025.

Las aspiraciones de este gremio es que el próximo año el sector empiece a crecer a un ritmo más acelerado y que este año se logre un aumento del 6% o 7%. El año pasado fue un 12%.

Según el consultor laboral René Quevedo, la industria de la construcción representa aproximadamente el 15% del Producto Interno Bruto (PIB), 8% del empleo total y 10% de los empleos formales en el país con un efecto multiplicador importante en otros sectores de la economía, por lo que su reactivación después de la pandemia es absolutamente crítica.

Citó las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC) de agosto de 2023, que detallan que 3 de cada 4 empleos en la construcción son informales y 22% son realizados por jóvenes menores de 30 años (es el tercer sector que más jóvenes emplea, después del comercio y la agricultura). El salario promedio es de $701.90.

El experto señaló que la economía panameña enfrenta una importante contracción del circulante y consumo, por lo que su capacidad para generar empleo depende de la velocidad con la cual se le pueda inyectar liquidez, con el sector de la construcción jugando un papel protagónico.

Según Quevedo, es imperativo estimular las inversiones y reducir la burocracia en el sector de la construcción para la generación de más plazas de trabajo, donde los jóvenes serían particularmente beneficiados.

Con su lonchera y su hoja de vida bajo el brazo, es como decenas de jóvenes se acercan a las obras de construcción con la esperanza de conseguir un empleo, y quedar trabajando ese mismo día.

Este escenario se vive cada mañana en la construcción del nuevo Hospital del Niño (HN) donde los ciudadanos tocan la puerta a ver si por fin se le cumple el milagrito: tener un empleo, y salir de las frías estadísticas del desempleo. Actualmente, se habla que unas 155 mil 625 personas están desocupadas o sin empleo en Panamá.

La realidad es dura. El sector de la construcción aún no ha logrado recuperar los niveles de empleo que tenía en 2020, cuando se generó 23 mil 587 plazas, ni hablar del 2019, cuando se contabilizaban más de 80 mil obreros en la industria.

Desde entonces, se han perdido más de 56 mil puestos de trabajo, una situación que no ha logrado revertir.

Saúl Méndez, representante del Sindicato Único Nacional de Trabajadores de la Industria de la Construcción y Similares (Suntracs), desde 2021 el sector ha mantenido a solo 20 mil obreros laborando.

“El sector de la construcción sigue contraído”, añadió Méndez al diario El Siglo, quien explicó que los proyectos terminan y pocos nuevos proyectos se desarrollan. “En el páis las obras consideradas megaproyectos son pocas, cuarto puente, es lo más significativo, en estos momentos existen solo 20 mil obreros y obreras, las estadísticas de crecimiento del sector son esos, en la práctica no se refleja”, enfatizó.

El panorama al fin de año no es alentador. La Cámara Panameña de la Construcción (Capac), prevé que el sector seguirá creciendo este año, aunque a un ritmo inferior al registrado en 2023, y esperan que se acelere en 2025.

Las aspiraciones de este gremio es que el próximo año el sector empiece a crecer a un ritmo más acelerado; y que este año se logre un aumento d el 6% o 7%. El año pasado fue un 12%.

Según el consultor Laboral, René Quevedo, la industria de la construcción representa aproximadamente el 15% del Producto Interno Bruto, 8% del empleo total y 10% de los empleos formales en el país, con un efecto multiplicador importante en otros sectores de la economía, por lo que su reactivación es absolutamente crítica.

Citó las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC) (agosto 2023), donde detalla que 3 de cada 4 empleos en la construcción son informales y 22% son realizados por jóvenes menores de 30 años (es el tercer sector que más jóvenes emplea, después del comercio y la agricultura). El salario promedio es de $701.90.

El experto dijo es que la economía panameña enfrenta una importante contracción del circulante y consumo, por lo que su capacidad para generar empleo depende de la velocidad con la cual se le pueda inyectar liquidez, con la construcción jugando un papel protagónico.

Por lo que, según Quevedo, es imperativo estimular las inversiones y reducir la burocracia en el sector de la construcción, para la generación de más plazas de trabajo, donde los jóvenes serían particularmente beneficiados.