El Río Pacora: Crean comités para evitar su colapso

La cuenca hidrográfica 146 del río Pacora, fuente vital de agua potable para miles de residentes del sector de Panamá Este, enfrenta graves daños ambientales, denunciados no solo por residentes y diputados, sino también reconocidos por las autoridades.

Ayer, el Ministerio de Ambiente (MiAmbiente) subrayó que la cuenca del río Pacora, declarada “Reserva Hidrológica” en su parte alta mediante la Ley 181 del 17 de marzo de 2020, enfrenta importantes desafíos, como la deforestación, la urbanización desordenada, la contaminación de fuentes de agua y la sobreexplotación de recursos.

Ante esta situación, el Comité de Cuenca Hidrográfica del río Pacora juramentó a cinco nuevos comités de subcuencas, involucrando a actores comunitarios en la gestión y restauración de este valioso ecosistema. Estos incluyen las subcuencas de los ríos Pacora Nacimiento, Pacora Parte Media, Tataré, Indio y Cabobré-Utivé.

Según la entidad, los comités abordaron problemáticas actuales, entre ellas la deforestación y la contaminación, y se les instó a utilizar los mecanismos de denuncia a través de las redes @MiAmbientePma o llamando a la línea telefónica 311, con el objetivo de enfrentar de manera conjunta las amenazas que afectan la cuenca.

La situación de la cuenca quedó reflejada en un informe técnico preliminar de MiAmbiente, que reveló la existencia de al menos siete plantas de tratamiento de aguas residuales operando sin los permisos correspondientes, tres presas o pozos mal gestionados, y la acumulación de sedimentos y residuos sólidos en varios puntos de la cuenca.

Además, el 9 de julio, MiAmbiente informó sobre el inicio de cinco procesos administrativos contra una promotora de viviendas por incumplir la normativa sobre concesiones de descarga de aguas residuales.

En respuesta, el diputado Manuel Samaniego, de la coalición Vamos, presentó el 29 de julio una denuncia penal ante la Procuraduría General de la Nación por estos daños.

La situación ha generado preocupación entre los residentes, quienes temen que, si el deterioro persiste, no podrán seguir consumiendo el agua del río, como ya sucedió en la región de Azuero, donde se vivió una crisis hídrica que comenzó el 27 de mayo de 2025, provocada por la contaminación microbiana en los ríos La Villa y Estibaná, dejando a cientos de ciudadanos sin acceso al líquido vital.