El riesgo de las tarjetas: cómo evitar caer en un ciclo de deuda
- lunes 06 de enero de 2025 - 12:00 AM
Las tarjetas de crédito se han consolidado como un medio de pago indispensable en Panamá, tanto para compras cotidianas como para afrontar emergencias. Sin embargo, su uso irresponsable puede generar rápidamente un ciclo de deuda difícil de controlar, convirtiéndose en una carga financiera abrumadora.
Expertos en finanzas advierten sobre la importancia de un manejo consciente y estratégico de estos instrumentos de pago. Aunque son herramientas financieras útiles, muchas personas desconocen cómo aprovechar sus beneficios sin caer en errores que puedan perjudicar su estabilidad económica.
Este fue el caso de Raquel Ortega, una joven de 28 años, que vivió de cerca las consecuencias de no entender correctamente cómo funciona el uso de una tarjeta de crédito. “Pensé que sabía usarla, pero cuando vi que debía $1,500 y que solo en intereses debía pagar $50 cada quincena, me di cuenta de que la situación era grave”, relató Ortega.
Lo que inicialmente parecía un gasto manejable se convirtió en una pesadilla financiera para Ortega, quien explicó que al final pagó casi seis veces más de lo que realmente utilizó. Durante la pandemia, cuando finalmente logró saldar su deuda, los pagos se destinaban exclusivamente al capital, lo que dificultó aún más su situación.
Ortega ahora aconseja a los ciudadanos que, antes de adquirir una de estas tarjetas, se informen bien sobre cómo utilizarlas y los posibles riesgos financieros.
La situación es alarmante a nivel nacional. Según el sistema APC Experian, en Panamá existen 2,342,184 personas con historial crediticio, acumulando una deuda total que supera los 40,000 millones de dólares a septiembre de 2024. De este total, 2,031,117 son panameños y 311,067 extranjeros. Aunque el 93% cumple con sus obligaciones, el resto enfrenta morosidad de más de 60 días.
En cuanto a las tarjetas de crédito, el mismo informe revela que hasta agosto de 2024 había 785,194 tarjetas activas, con un saldo promedio de $3,364. Esto resalta el creciente uso de este instrumento de pago, pero también la necesidad urgente de un manejo adecuado para evitar caer en la trampa del endeudamiento.
El economista Raúl Moreira destacó que antes de acceder a una tarjeta de crédito, las personas deben ser conscientes de que el dinero que se utiliza deberá devolverse con intereses elevados. Si ya existen limitaciones económicas, solicitar una tarjeta solo sumará una carga adicional, lo que puede generar un ciclo vicioso de deudas difíciles de pagar.
¿Cuáles son las claves para un buen manejo del plástico bancario? Los expertos coinciden en varios puntos fundamentales. El primero de ellos, según el economista René Bracho, es conocer la fecha de corte y, siempre que sea posible, pagar el saldo completo para evitar el pago de intereses sobre el dinero utilizado. Si no es posible cubrir el monto total, se recomienda abonar más que el pago mínimo para reducir la deuda de manera más rápida.
El consultor económico René Quevedo también resaltó la importancia de un manejo responsable de las tarjetas. Recomendó utilizarlas principalmente para compras que ofrezcan meses sin intereses y, en la medida de lo posible, pagar el saldo mensual como si fuera una tarjeta de débito para evitar cargos por intereses.
Otros consejos incluyen: no gastar más de lo que se pueda pagar en el mes, revisar el estado de cuenta con regularidad, ser puntual en los pagos y mantener un buen historial crediticio. “Los pagos puntuales son cruciales para evitar cargos adicionales por morosidad”, añadió Quevedo.
El economista Moreira también destacó que la Ley 81 de 2019 establece protecciones para los usuarios de tarjetas de crédito. En primer lugar, prohíbe que se emitan tarjetas a personas que no las han solicitado. Además, si un usuario ya no puede cumplir con sus compromisos financieros, puede solicitar a la entidad emisora que cancele la tarjeta sin necesidad de tener que pagar primero el saldo total pendiente, con lo cual se evita el pago de cargos adicionales por sobregiro y por morosidad. “El saldo existente se paga de acuerdo a una letra que se establece”, añadió.