‘El cambio que Panamá necesita comienza en mí’, dice Ulloa en la Catedral Basílica

En su homilía dominical, el arzobispo de Panamá recordó que la verdadera transformación del país no empieza en las estructuras, sino en el corazón de cada ciudadano
  • domingo 26 de octubre de 2025 - 11:15 AM

Durante la misa de este domingo en la Catedral Basílica Santa María la Antigua, el arzobispo José Domingo Ulloa Mendieta reflexionó sobre la parábola del fariseo y el publicano, destacando que el mensaje de Jesús sigue siendo urgente para el Panamá de hoy.

“El cambio que Panamá necesita comienza en mí”, enfatizó el arzobispo, al invitar a los fieles a mirar hacia adentro y reconocer sus propias debilidades antes de exigir cambios en los demás.

“Vivimos en un mundo donde todos hablan de cambiar la sociedad, la política o la educación, pero pocas veces nos miramos a nosotros mismos. El cambio verdadero nace del corazón”, expresó Ulloa.

Fieles participaron con devoción en la misa dominical, marcada por un mensaje de esperanza y transformación personal.

Dos formas de vivir la fe

Basándose en el Evangelio según san Lucas, Ulloa explicó que el fariseo representa la autosuficiencia y la apariencia, mientras que el publicano simboliza la humildad y la confianza en la misericordia de Dios.

“El fariseo se siente satisfecho de sí mismo, mientras el publicano solo dice con humildad: ‘Dios mío, ten compasión de mí, que soy un pecador’. Y Jesús nos enseña que el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido”, señaló.

Para el arzobispo, esa actitud humilde es la base de todo cambio personal y social. “Cada vez que una persona cambia, algo del mundo mejora”, aseguró.

Durante la misa, se celebraron también los 90 años de vida de Mayín Correa, a quien monseñor Ulloa reconoció por su entrega al país.

Mayín Correa: ejemplo de servicio y perseverancia

En la misma celebración, Ulloa rindió homenaje a Mayín Correa, quien cumple 90 años de vida. Destacó su entrega al servicio público, su carácter firme y su amor por Panamá.

“Su vida demuestra que el cambio no nace de la comodidad, sino del compromiso. Fue una mujer cercana al pueblo, de palabra cumplida, de calle y de abrazo”, dijo.

El arzobispo resaltó que Mayín continúa activa, con alegría y fe: “Sigue recordándonos que no tiene edad, sino historia, y aún le faltan capítulos por escribir”.

Monseñor Ulloa destacó el trabajo de la Escuela Nocturna, que brinda segundas oportunidades a quienes desean superarse.

La Escuela Nocturna: esperanza que transforma vidas

Otro de los momentos destacados fue el aniversario de la Escuela Nocturna, obra social y educativa que brinda segundas oportunidades a quienes no pudieron estudiar en su juventud.

“Cada noche, hombres y mujeres llegan cansados, pero con el corazón encendido. En esas aulas humildes se vive el Evangelio con esfuerzo y fe. La educación permite cambiar vidas, familias y sociedades”, afirmó Ulloa.

Pidió a las autoridades mantener el apoyo a este tipo de programas, que “representan la victoria del espíritu sobre la resignación”.

El mensaje del Evangelio según san Lucas inspiró el llamado del arzobispo a la humildad y la conversión interior.

“Panamá necesita corazones humildes”

En el cierre de su homilía, monseñor Ulloa hizo un llamado directo a los panameños:

“Panamá necesita hombres y mujeres con el corazón del publicano: que no se crean perfectos, pero que estén dispuestos a mejorar; que no busquen brillar, sino servir”.

Criticó la resignación ante los problemas sociales y exhortó a combatir la corrupción, la desigualdad y la indiferencia.

“Nuestro país no puede seguir diciendo ‘esto no lo cambia nadie’. Con Dios, nada es imposible. El cambio empieza en mí, en ti, en cada panameño que decide vivir con justicia, verdad y solidaridad”.

Finalmente, pidió orar por un Panamá más humano, donde el amor y la justicia sean la medida de nuestra vida común.

“El cambio de Panamá no es un sueño lejano, es una decisión personal que puede empezar hoy”, concluyó el arzobispo.