La derrota de Badajoz ante el cacique

Los hombres de Badajoz llevaron consigo dos indígenas de la provincia de Natá que servían de guías e intérpretes. 
  • miércoles 02 de octubre de 2019 - 12:00 AM

En 1516, salió del Darién Gonzalo de Badajoz con un plural de personas por orden de Pedrarias Dávila hacia Nombre de Dios. Luego de cargar provisiones y verificar las condiciones de la tropa levantó tiendas y se dirigió a la provincia de Natá. Relata Andagoya que esta fue la primera entrada de los españoles a dicha región. Ante la presencia de los españoles, los indígenas permanecieron tranquilos. Escribió Andagoya lo siguiente: ‘como los indios no habían visto españoles, teniendo por cosa caída del cielo tal gente, no osaban acometerlos hasta saber si morían, y ansí pasaron por Natá y Escoria sin respuesta de guerra hasta la provincia de Paris que es de 12 leguas de Natá, este ueste, que casi toda la tierra corre hasta Nicaragua'. Los hombres de Badajoz llevaron consigo dos indígenas de la provincia de Natá que servían de guías e intérpretes. Los españoles se percataron de que el cacique Paris estaba en otra región a tres o cuatro leguas. Por temor a las acciones de los indígenas, uno de los señores de la región llamado Quitatara le entregó a los españoles 11,000 castellanos de buen oro.

La reseña de Andagoya declara que el ‘capitán movido por la codicia deste oro, tornó a avisarle a llamar, diciendo: que sí no venía, que le iría a buscar'. Sin presagiar un cambio de actitud de los indígenas, Badajoz no contuvo su disposición por el despojo del oro; pero subestimó a los indígenas, quizá por considerar la superioridad de sus armas y los resultados de sus hazañas en el Darién. Por el eventual peligro que representaba las tropas españolas, los indígenas principales tramaron una celada. Las tropas de Badajoz fueron interceptadas y sufrieron un severo golpe y le tomaron la casa en que los españoles ‘tenían 50 y tantos mil pesos de oro que hasta allí habían recogido y pegándole fuego a la casa antes que pudiese sacar todo el oro, llegó el fuego donde estaba, y se quemó una cesta que tenía 8,000 pesos'. Al día siguiente Badajoz se percató de la derrota de otro grupo que había dejado de retaguardia y se enfrentó a los indígenas y luego se embarcó en canoas en un río al mar, rumbo a Natá.

Confiados los españoles de la tranquilidad de los indígenas de Natá, lo cual había sido un simulacro, los indígenas atacaron ‘con mucha furia y pelearon casi todo un día, sin que los unos ni los otros fuesen desbaratados'. No le quedó otra alternativa a los españoles que tomar en la noche canoas y regresaron a la provincia de Chame y por mal augurio recibieron el impacto guerrero de los indígenas. Incluso, la provincia de Comogre se rebeló.

Sin saber noticias de Badajoz, el propio Pedrarias Dávila salió del Darién en su búsqueda, recorrió la costa de Cartagena, también en busca del capitán Becerra y sus 170 hombres y retuvieron a unos indígenas percatándose del enfrentamiento y muerte del ejercito de Becerra. En un cerro se enfrentaron indígenas flecheros con las tropas de Pedrarias. Al serle imposible contener el enfrentamiento retrocedió Pedrarias hacia la población de Acla. Y por los achaques de salud de Pedrarias regresó al Darién. Y dictó orden de que el capitán Gaspar de Espinosa realizara el rescate del perdido Badajoz. Espinosa recorrió las provincias de Tubanamá, Chepo y Pocorosa y describe Andagoya los linderos de esas regiones: ‘Todas estas tierras son finas y llanas y muy hermosas tierra, de muchos mantenimientos, de maíz, aves y melones diferentes… y uvas, yuca y mucha pesquería y los ríos y en la mar y caza de venados; y en esto las de Coiba y Cueva tiene lo mismo'.

La relatan que hace de esas poblaciones es interesante y así lo escribe Andagoya:' En tierra de Paris hay mucha cantidad de vacas, dantas y venados; y los indios de guerra della no comen ninguna carne, salvo pescado e iguana, y los indios del campo y labradores comen carne. En todas estas provincias de Coiba, salvo que en Paris las mantas hacían con labor de tintas muy galanas; y en los mantenimientos y en todo lo demás conforman con los Cueva y Coiba. No tiene más noticias de Dios que los otros, ni otros ritos ni ceremonia. Desta jornada al Darién con gran cantidad de gente que llevábamos, para poder hacer jornada de tres o cuatro leguas habíamos de hacer dos caminos'. Sin más obstáculos los españoles deciden regresar al Darién.

La historia de los 500 años de fundación de la ciudad de Panamá es parte esencial de nuestro pasado, por ello cuando abordamos las conjuras y embestidas contra la población indígena significa traer a colación la historia oculta, ya que no puede existir historia que obvie estas escenas, de lo contrario estaríamos escribiendo una historia elitista, romántica, narrativa y sin sentido de los grupos humanos que se enfrentaron en busca de su supervivencia y su destino histórico.