'Cuando uno es presidente, siempre sospecha que lo están espiando', Iván Duque
- lunes 13 de febrero de 2023 - 12:00 AM
Conocer de forma anticipada los movimientos de personalidades, como presidentes, diplomáticos y figuras influyentes, se logra a través de espionaje. Todos los presidentes, en algún momento, pueden sospechar que alguien los espía. ¿Quién? es la gran pregunta. El expresidente Iván Duque de Colombia (2018-2022), quien visitó Panamá esta semana, sospechó de la inteligencia cubana, una de las más adiestradas en el tema. No solo de ellos, sino de su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, o de los rusos.
¿Usted se arrepiente de haber impulsado la reforma fiscal que desató protestas masivas en abril de 2021?
Jamás. Jamás me arrepiento de buscar mejorar la situación fiscal de Colombia. Le cuento una cosa, el año pasado nuestro gobierno dejó un sistema de recaudo que aumentó el recaudo en más de un 30%. Es el mayor aumento de un año a otro y de eso se ha beneficiado el gobierno entrante. Eso se da por fiscalización, factura electrónica y otra serie de medidas que hicieron de la política fiscal de Colombia una política sólida, y que fuimos uno de los países que más rápido se recuperó de la pandemia.
¿Alguna vez sospechó que lo estaban espiando?
Cuando uno es presidente uno siempre sospecha que lo están espiando.
¿Y quién?
Mucha gente. Primero parta de la base de que la inteligencia de (Nicolás) Maduro todos los días quiere saber qué hace el presidente de Colombia. Si quiere agréguele a eso la inteligencia cubana que les gusta ser muy activos. Y si quiere súmeles a unos amiguitos del otro lado del mundo, como es la inteligencia rusa. Ese eje del mal utiliza muchísimo el espionaje, así que uno tiene siempre que estar muy alerta.
¿Cómo se cuidaba de eso?
Cuando uno no tiene doble discurso… Había un político que decía: uno puede tener vida privada, vida pública, o vida secreta. Yo no tengo vida secreta, entonces era muy fácil para mi protegerme de eso.
Seguramente a usted le tocó tomar decisiones muy difíciles. ¿En ese tomó las definió en la soledad o acompañado?
Siempre tienen un gran margen de soledad por una sencilla razón. Las decisiones que toman los presidentes nunca son entre buenas o malas. Muchas veces hay que tomar decisiones entre malas y peores por las circunstancias. Cuando digo malas y peores no es que sean malas las decisiones, sino que son malos los escenarios. A veces cosas que pueden terminar siendo muy negativas hoy, desde el punto de vista político y de popularidad, es lo correcto que hay que hacer. El punto es, uno que en política hay que partir de una base, tomar decisiones por el porvenir de un país sin importar el costo político y el impacto en materia popular.
¿La que usted tomó así cuál fue?
Muchas. La más difíciles fueron las reformas fiscales. Eran difíciles porque iban a ser atacadas, utilizadas por el populismo, pero las tuvimos que llevar adelante por el porvenir de Colombia, y el porvenir está marcado por el crecimiento.
¿Se arrepiente de algo en especial de su mandato?
Todos los gobernantes, todos los días debemos tener humildad para revisar nuestra obra, debemos tener capacidad reflexiva de qué cosas hubiéramos podido hacer mejor. También me hubiera gustado agotar con la oposición, en su momento, lo que fueron las objeciones a la ley estatutaria en la justicia transicional. Por lo menos así fuera que ellos persistieran en la oposición cerrada e injusta, haber agotado esa instancia. Creo que hay algunas de las reformas nuestras que tuvieron un gran impacto y que hubiéramos podido adelantar más. Nosotros dejamos una reforma en educación pública universitaria gratuita para el 97% de los matriculados y de pronto me hubiera gustado hacerlo en el primer año, lo hicimos en el segundo y tercero.
Muchas personas en su país, la oposición específicamente, temen reflejar a su país en Venezuela en los próximos años, ¿usted comparte este sentimiento?
Hay muchas cosas del modelo venezolano que son el principal símbolo del fracaso. El chavismo y el madurismo lo que hicieron fue destruir la riqueza de la nación. Esto se hace, primero, atacando a las empresas y segundo, estatizando. Nosotros hemos logrado, en Colombia, tener una economía de mercado en sentido social en virtud de nuestra constitución. Hoy tenemos un sistema de salud en el que convive la empresa privada y el gobierno con éxito. Si se acaba la participación del sector privado en el sistema de salud, no solo estaremos retrocediendo tres o cuatro décadas, sino que estaremos en unos años con un sistema de salud igual, o peor al que tiene Venezuela.
¿Cómo proyecta a su país cuando termine el gobierno de Gustavo Petro?
Yo sí creo prudente no entrar a hacer juicios del presidente Petro. Mi rol no es estar haciendo una evaluación a mi sucesor. Lo que sí es que he levantado la voz sobre aquellos temas que me generan preocupación y siempre buscando ser constructivo. Creo que Colombia se ha ganado un escenario importante en la agenda internacional en el campo ambiental, migratorio, en su agenda comercial. Ha mantenido el crecimiento económico y les ha dado certidumbre a los inversionistas. Esperamos que eso se mantenga, que mejore, que crezca más y que sea más contundente en esas señales. Pero sí hay preocupación.
¿Qué le preocupa?
Sobre todo, la inestabilidad regulatoria en materia energética, de hidrocarburos. También distorsiones que se están generando en materia ambiental. Entonces, creo que, si esas cosas se logran subsanar y corregir a tiempo, y no se ideologiza, van a seguir ganándose ese espacio.
El presidente está abocado a hacer varias reformas en su país, de distintos tópicos, como la fiscal, que usted intentó hacer…
Sobre eso hay que destacar algo, nosotros hicimos tres reformas fiscales. Ninguna se dejó de pasar. Tuvimos una oposición cerrada y basada en mentiras que atacó una de nuestras reformas. La retiramos y presentamos otra y la sacamos adelante con una abrumadora mayoría, tanto así que el balance de esas reformas fiscales fue de un crecimiento del 10.7% en 2021 y casi el 8% el año pasado, catalogados como los más altos que ha tenido Colombia. Lo que me preocupa es que la nueva reforma le pasa la cuenta de cobro a las empresas y en la medida en que se aumenta la tributación sobre las empresas, micro, mediana o grande, se corta la inversión y empleo y lo que se genera es una contracción económica.
¿A Petro le va a pasar lo mismo que a usted en abril cuando continúe con las reformas?
Bueno, él ya pasó una reforma fiscal que contrario a lo que han dictado muchos analistas fiscales, en lugar de buscar una base mejor equilibrada, lo que se hizo fue aumentar la cantidad de impuestos a las empresas. Eso va a afectar el crecimiento económico, va a llegar a 1.5% o menos, porque en vez de incentivar la inversión, al aumentar la carga tributaria de las empresas las van a ahuyentar.