¡Comer bien es un lujo! Se requiere una canasta saludable

Hacer el supermercado cada vez es más complicado para las familias, porque garantizar una buena alimentación es casi imposible para muchos ciudadanos.

Solo comprar cinco libras de arroz, puede costar entre $2.00 a $3.99; pero lo triste es que muchos de los granos que están a un precio accesible cada día son poco consumibles.

La diferencia en la calidad es notoria entre un arroz de $2.00 y uno más caro, explicó la ama de casa, Marta Añino, quien habló de la diferencia entre el color y el tamaño del grano. ‘Es como si empaquetarán el peor arroz para el control de precios', reclamó.

La Autoridad de Protección al Consumidor y Defensa de la Competencia (Acodeco) ha manifestado que el arroz especial debe contener como mínimo 94.5% de granos enteros, 5% de granos quebrados y 0.5% de arrocillos.

El arroz de primera, un 70% de granos enteros, 25% de granos quebrados y un 5% de arrocillos. El de segunda, un 55% de granos enteros, 30% quebrados y 15% de arrocillos.

Solo en agosto del año pasado la entidad informó que de 56 marcas de arroz pilado nacional verificados por agentes de la Acodeco, solo dos cumplieron con los estándares de calidad (3.57%).

Pero no solo es este producto; sino que hay imitaciones de productos lácteos como queso y leche, que son derivados de aceite vegetal.

Pero muchos consumidores los compran porque son más económicos, aunque tienen menos nutrientes que los productos originales, cuyos precios están por las nubes.

Estos satisfacen la necesidad pero no alimentan. De acuerdo con el presidente de la Fundación Panamá Saludable y nutricionista, José Ramiro López, los productos que son imitadores, por ejemplo de la leche, tienen menores contenidos de proteínas y otros nutrientes para cuerpo, pero si hace un aporte considerable de calorías.

Las leches imitación, que pueden encontrarse desde $1.15 son hechas a base de aceite de vegetal, por lo que López aconsejó verificar qué aceite se está usando, porque así sabrá el valor nutricional.

En los supermercados se puede encontrar desde imitación de tocino y extracto de ron, hasta de carne de cangrejo.

La razón es que los salarios mínimos no están acorde con la realidad que se vive, según dirigentes sindicales, como Maribel Gordón, quien siempre ha hablado de la brecha que existe entre salario mínimo y el costo de la vida. Recordó que en el 2021 se dio el último ajuste de salario mínimo, pero el 89% de las economías no recibió incremento, por lo cual el margen entre uno y otro es mucho más profundo.

La también economista dijo que en los últimos tiempos se ha vivido una onda inflacionaria que repercute en el poder adquisitivo del salario, siendo el salario mínimo el que no garantiza la subsistencia y los incrementos de productos básicos, repercute en las posibilidades de la alimentación.

Detalló que en julio de 2022, en la calle la población demandó el control de precios, para obtener un mínimo de referencia que le permitiera una alimentación saludable a precios justos, y en ese sentido se dio las discusiones en la mesa única en Penonomé para tratar reducir esa brecha, y necesidad de control de algunos precios

Según la especialista se abordó, en esa mesa, la necesidad de una canasta básica de alimentos saludables.

‘Hoy día se habla de un incremento importante de alimentos de la canasta básica familiar, por lo cual el nivel de desnutrición que alcanza a un número considerable de la población, y eso se va profundizando', enfatizó Gordón.

Por lo que ve necesario una política económica que garantice la seguridad y soberanía alimentaría, con alimentos adecuados y a precios justos.