Las clases virtuales y la conectividad en Guna Yala

- lunes 03 de agosto de 2020 - 12:00 AM
El reinicio del año escolar 2020 en nuestro país ha expuesto la realidad de nuestros pueblos versus las recomendaciones del Ministerio de Educación (Meduca) en la implementación de la educación virtual en medio de la pandemia que ha afectado el normal desempeño de las clases desde marzo en Panamá y azota al mundo.
Si en las regiones educativas de Panamá Centro, Oeste, y Este, ya se ha reflejado dificultades y limitaciones de acceso de los estudiantes, ¿qué se puede esperar en las comarcas, particularmente de Gunayala?
La marcada diferencia entre dichas regiones escolares son evidentes desde factores sociales, geográficas y una deficiencia en la conectividad.
Si bien es cierto que la mayoría de las comunidades gunas tiene señal de telefonía móvil, también es real que varios pueblos aún no les llega. Por otro lado, de ese primer grupo con cobertura opera para llamadas, pero cuando se trata de usar el internet o una aplicación la conectividad es lenta, muy lenta e irregular por la baja velocidad con que cuenta la región.
Con esta realidad, la Dirección Regional de Gunayala, instancia responsable, debe contextualizar los hechos, no referirse a una educación virtual sino promover una educación a distancia, tampoco ser complaciente ante el Meduca, afirmando que el 95% de la comarca tiene conectividad, esto está muy alejado de la realidad.
A pesar de la cobertura wifi. que incluye a los centros escolares, pero no esta en capacidad de que se le conecte muchos dispositivos móviles, por lo tanto se hace urgente trabajar con guías didácticas o cuadernillos de aprendizaje que este al alcance de los estudiantes y padres de familias.
El reporte de la salud, indica que alrededor de 22 comunidades han pasado y se están enfrentando al virus, y en estos casos por la composición de las casas y del medio, la prioridad pasa a ser otros aspectos como la seguridad de alimentarse.
En el plano social, los padres de familia viven una realidad más cruda de lo que estamos en las ciudades, a la prioridad de buscar alimentos, se les suma la compra de tarjetas en medio de esta crisis para recargas de minutos y data, de recargar las baterías de los celulares en casa ajenas o vecinos y por medio de paneles solares, de compartir un solo dispositivo entre 2 ò 3 hermanos y la preocupación de muchos de ellos, de conseguir un dispositivo pues no todos tienen uno.