Cirugía fallida: La trágica historia de Yaribeth Murillo
- miércoles 05 de marzo de 2025 - 12:00 AM
El 6 de julio de 2023 comenzó una amarga pesadilla para Yaribeth Murillo, una joven madre de 34 años, instructora de zumba y secretaria en una entidad de salud.
En busca de un sueño tan natural como la maternidad, acudió a la Clínica de Infertilidad del Instituto Gorgas, ubicada en el segundo piso del Hospital Santo Tomás (HST), para recibir tratamiento con la esperanza de concebir a su segundo hijo.
Después de meses de incertidumbre y frustración, un médico sugirió realizarle una laparoscopía operativa. Sin saberlo, esa decisión marcaría el inicio de una tragedia.
Desde que salió de la cirugía, Yaribeth comenzó a sentirse mal. El dolor era insoportable, pero su sufrimiento fue ignorado por el personal médico. Fue trasladada a la sala de recobro, donde durante tres largos días ni las enfermeras ni los médicos prestaron atención a su dolencia. Nadie la evaluó adecuadamente ni le explicó qué sucedía en su cuerpo. Sin embargo, el dolor no cesaba.
El 9 de julio, a las 11 de la noche, ocurrió lo impensable. Yaribeth sintió como si algo explotara dentro de ella y, de inmediato, un líquido negro y de mal olor comenzó a salir de su cuerpo: era materia fecal. El horror no terminó ahí. Poco después, cayó en coma y pasó 12 días en la unidad de cuidados intensivos, luchando por su vida.
Cuando despertó, lo hizo en un estado de confusión, rodeada de máquinas y tubos. Su mente estaba sumida en el caos cuando los médicos le informaron que su intestino delgado había sido perforado en 25 centímetros, un error médico devastador que la obligó a someterse a cuatro cirugías adicionales. Un sufrimiento interminable que dejó cicatrices profundas en su vida. Hoy, una hernia junto a la herida le recuerda constantemente el tormento que enfrentó.
Finalmente, los médicos le diagnosticaron endometriosis severa, una condición que nunca le habían señalado antes. Su recuperación fue lenta y estuvo marcada por una angustia constante.
El 12 de agosto de ese año, Yaribeth salió del hospital con una bolsa de ostomía. La mujer activa y llena de vida que era antes se vio transformada por el dolor y las secuelas de una tragedia evitable.
Aunque su familia estuvo a su lado, cayó en una profunda depresión. Su esperanza de volver a ser madre se desvaneció y la posibilidad de recuperar su vida anterior parecía cada vez más lejana, pues ahora debía aprender a vivir con limitaciones físicas, como no poder levantar más de 10 libras.
La constante batalla contra el dolor la llevó a cuestionarse si valía la pena seguir adelante. A menudo, el miedo a volver a someterse a un tratamiento médico la atormentaba.
Sin embargo, su mayor consuelo y la razón por la que sigue luchando es su hijo de 13 años. Hoy, Yaribeth alza su voz con valentía en busca de justicia, con la esperanza de que su experiencia sirva para mejorar la atención médica en el país y evitar que otros pasen por lo mismo. El 1 de abril de este año, llena de fuerza y determinación, presentó su denuncia ante el Ministerio Público (MP).
Se intentó obtener la reacción del Hospital Santo Tomás (HST) y de la clínica involucrada en el caso, pero los intentos fueron infructuosos.
Elzebir Montenegro, de la organización Cinta Chocolate, quien ha vivido en carne propia el dolor de la negligencia al perder a su pequeña Sofía en un caso de mala praxis el 12 de abril de 2017, señaló que Panamá enfrenta serios desafíos en la protección contra la negligencia médica debido a la falta de una normativa específica y las limitaciones legales.
“A pesar de los esfuerzos del movimiento Cinta Chocolate, que presentó una propuesta de ley en septiembre pasado, esta fue rechazada en diciembre por considerarse ‘no viable’. Mientras tanto, las reformas a la seguridad social se centran solo en el aspecto financiero, ignorando la seguridad del paciente”, advirtió.
Datos del Ministerio Público revelan que, de enero a junio de 2024, se han registrado 30 reuniones abordadas por la sección de mala praxis.
En 2023 y 2022, fueron 54 y 30, respectivamente.