Choque total: Mulino vs. sindicatos, con el país en medio

Lejos de calmar las aguas, el presidente José Raúl Mulino envió un mensaje contundente ayer: “Yo no voy a permitir que este país quede secuestrado otra vez por el Suntracs”, afirmó.

Durante su conferencia semanal, Mulino reiteró que “al costo que sea, este país no se va a trancar”, y enfatizó que “no puedo negociar ni abrirle la puerta al negociado. No puedo volver a una CSS que demoraba más de seis meses para una cirugía cardiovascular. He pedido disculpas ante todo el país, pero nunca escuché ese mismo gesto por parte de los sindicatos, que estuvieron 30 años en la Junta Directiva de la CSS.”

El mandatario también fue categórico al afirmar que derogar la Ley 462 es inmposible. “Esa ley no se puede derogar, a menos que queramos enterrar la Caja”, recalcó.

Las protestas no se limitan a los obreros en las calles. Desde el 23 de abril, los docentes mantienen paralizadas las clases en rechazo a la Ley 462, que reforma la Caja de Seguro Social. Esta postura ha sido respaldada por enfermeras, médicos, universitarios, estudiantes, trabajadores bananeros y grupos indígenas, estos últimos denunciando abusos durante las manifestaciones.

Mientras el presidente advierte que “esto va mucho más allá de una huelga nacional; hay un propósito de desestabilizar el país”, diversos sectores entre ellos empresarios, padres de familia e incluso líderes religiosos como monseñor José Domingo Ulloa, han hecho un llamado urgente al diálogo, ante las crecientes consecuencias económicas y el impacto en el aprendizaje de los estudiantes.

Mulino arremetió contra los líderes sindicales. “La mafia sindicalista que estamos enfrentando es eso: una mafia. Ya no es un sindicato, dejó de serlo hace mucho tiempo”, afirmó el mandatario, quien mencionó el caso del dirigente chiricano Jaime Caballero, quien enfrenta una investigación por presunto lavado de dinero. “Y vienen otros”, advirtió.

En sus declaraciones, también salió salpicado el diputado del Partido Revolucionario Democrático (PRD), Crispiano Adames, a quien Mulino acusa de estar detrás de los cierres en Changuinola, Bocas del Toro.

Las manifestaciones continúan. Ayer se realizó una marcha hacia la Asamblea Nacional para exigir la derogación de la ley. Y si en la capital hay presión, en el interior la tensión no cede, los cierres de vías persisten, especialmente en Bocas del Toro, Chiriquí y Darién, donde las protestas siguen activas.

La Asociación de Profesores de la República de Panamá (Asoprof), uno de los gremios magisteriales que se mantienen en la lucha contra la Ley 462, se pronunció a través de su cuenta en X (antes Twitter). En su publicación señalaron que “la destrucción de Panamá es gracias a los ocho gobiernos del sistema democrático, cuyo génesis es la corrupción. Deje el trauma con Suntracs y duerma bien.”

Por su parte, el Sindicato Único Nacional de Trabajadores de la Construcción y Similares (Suntracs), que se mantiene en paro de labores desde el 28 de abril, no guardó silencio y respondió con firmeza al decir que “ahora resulta que Suntracs tiene la culpa de todo. El presidente quiere achacarnos sus fracasos, su mala gestión, su desprecio al pueblo. Nosotros no firmamos la Ley 462; no queremos mineras; no vendimos el país a los gringos.

Posteriormente, concluyeron su publicación con un mensaje directo: “cobarde, resuelve el problema social.”