El Café Coca Cola de Calle 12 es Patrimonio Mundial de la UNESCO

Recordar es vivir, dice un dicho. Entre carcajadas y chistes Napoleón Lay y Silvia de Sandoval recuerdan cómo el restaurante Café Coca-Cola, ubicado al costado de la Plaza Santa Ana, entre la Avenida Central y Calle 12, era uno de los lugares preferidos de poetas, grandes figuras políticas y también para enamorados de esa época.

‘Te acuerdas cuando esperabas a Sandoval, estaban enamorados', le dice Napoleón, un vendedor ambulante de 75 años, a Silvia al pasar por su mente aquellos gratos recuerdos desde hace más de 50 años. Silvia asiente con la cabeza y una sonrisa ilumina su rostro.

Mientras Lay vende sus cigarrillos frente al popular establecimiento narra cómo presenció el romance entre su amiga Silvia y con el que más tarde se convertiría en su esposo.

"Todas las tarde lo esperaba ahí, estabas jovencita", dijo entre risas.

Silvia de Sandoval cuenta que su historia de amor comenzó a los 24 años de edad y mencionó que esa cafetería es un sitio que siempre quedará entre sus más lindos recuerdos.

"Yo llegaba a esperarlo y a cenar ahí con mi enamorado, con el cual tengo ahora más de 50 años', dijo emocionada.

Aseguró que fue un amor que nació en el Ministerio de Educación, pero que se concretó en esas salidas al restaurante Coca-Cola.

Recordó que esa cafetería, la más antigua de la ciudad y declarado un sitio de Patrimonio Mundial de la UNESCO, en esa época se llenaba de gente ensacada y de políticos famosos.

Tanto Silvia como Napoleón coinciden que ahora la clientela de ese emblemático lugar es frecuentado más por extranjeros que por personalidades de alta jerarquía. ‘La pandemia jodió todos los negocios', expresó Silvia.

Lo que argumentó la mujer, que la mañana del lunes se encontraba sentada esperando un transporte mientras conversada con su viejo amigo Napoleón, no está lejos de la realidad, pues Constantino Conto, hijo del propietario Panagiotis y actual encargado del Café, aseguró que la crisis sanitaria por el coronavirus fue un duro golpe para su negocio y este año apenas se están recuperando.

Afirmó que aún no tienen la clientela que llegaba al sitio antes de marzo del 2020, cuando empezó a azotar la covid-19 en el país.

Constantino, de 24 años, manifestó que creció con este restaurante que abrió sus puertas en el año 1875 , y que en sus tiempos de gloria fue visitado por reconocidos personajes como Roberto Duran, Omar Torrijos Herrera, Manuel Antonio Noriega, Ismael Laguna, Fidel Castro, Ernesto ‘Che' Guevara; el poeta Pablo Neruda, que ganó el premio Nobel, los cantantes Julio Iglesias y Gilberto Santa Rosa.

También los actores Pierce Brosnan de The Tailor of Panama y Daniel Craig de la película Quantum of Solace 007, ambas filmadas en el Casco Viejo, también llegaron a deleitarse con el menú de este local. Una fotografía en grande de Marylin Monroe en la playa tomando Coca -Cola, adorna la pared del local.

Constantino explicó que la cafetería ha tenido tres dueños, primero fueron españoles, luego griegos hasta que pasó a mano de su familia, que ya tiene más de 60 años de tenerla.

Antes era llamado ‘Nueve puertas' y posteriormente se le cambió el nombre, ya que en 1906 llegó la fábrica de Coca- Cola a Panamá y a Cuba, siendo estos dos los primeros países donde se producía el refresco fuera de los Estados Unidos. La empresa se estableció en el Istmo y los comensales que asistían al restaurante le decían ‘vamos a la Coca-Cola' y así surgió el nuevo nombre del establecimiento que se ha mantenido hasta la fecha

La empresa les dio permiso para utilizar su nombre y uso del logo, siendo el único restaurante que puede utilizarlo.

Constantino recuerda que desde niño llegaba al restaurante y que el local se llenaba y que en su tiempo dorado llegaban los políticos con su saco y corbatas, debatiendo el acontecer nacional. "Habían días que el local parecía una gallera por los debates que se hacían", enfatizó.

El encargado manifestó que la idea es mantener la esencia del lugar, pero que ahora la clientela que más la frecuenta son extranjeros.

‘La gente del barrio nos tiene aprecio y para nosotros es un orgullo continuar con este restaurante', puntualizó.