La batalla del cacique Paris y los capitanes de Pedrarias
- viernes 20 de septiembre de 2019 - 12:00 AM
La guerra en las poblaciones indígenas está relacionada con la agresión de los capitanes de Pedrarias Dávila en esas regiones. El motivo principal es la aplicación del Requerimiento, al convertirlo en instrumento de represión, lo cual se evidencia desde las entradas a las poblaciones hasta la captura del cacique Natá, Escoria y Cherú. Según Espinosa, ellos permanecieron cuatro meses en la población de Natá. Y partieron de allí, el 29 de julio de 1516, hacia la región del cacique Paris.
La avanzada de Espinosa consistió en enviar a 80 hombres y, en el trayecto, capturaron cuatro indígenas y luego, por información de los guías, se enteró de que Paris y los principales caciques se reunieron para determinar si pactaban y les entregaban el oro a los españoles. Concluyeron los indígenas en negarse a negociar.
Pese a la insistencia de los españoles por obtener mediante tributo, oro y perlas, los indígenas acordaron enfrentarlos. La batalla es descrita por Espinosa y suscribe lo siguiente: ‘pasando dicho capitán y la gente que iba con él… Salieron del arboleda vieron ciertos indios echados en una sábana que estaba adelante y pensando… y arremetieron. Y salieron infinitos indios por un cabo y por otro con sus armas porque, según después pareció, era una muy sutil celada. Los capitanes utilizaron los enemigos de Paris de otras regiones en la primera avanzada entre ellos: a ‘cien gandules de la lengua de Comagre'. A pesar del refuerzo de los indígenas, los españoles experimentaron la sorpresa de un recio contrataque de las filas de Paris. El coraje de las huestes de Paris sorprendió cuando apareció un cacique de alto rango: ‘armado con muchas patenas y armadura de oro y puñete puesto sobre una aljubeta de algodón que traía vestida. Y recogernos los indios de todos y tornaron a pelear reciamente con los cristianos; por no recibir daño de los dichos indios que habían ya herido cuatro cristianos malamente‘. Arrinconados los españoles y sin la posibilidad de articular otra estrategia de defensa, optaron con retirarse y embestir a los combatientes de Paris. Le mandaron ‘indios mansos'. En esta forma, lograron cubrirse del ataque de los guerreros de Paris y servir de retaguardia y descansar hasta recobrar fuerzas. Los españoles fueron nuevamente arremetidos y buscaron la forma de reagrupar las fuerzas castellanas.
El arma letal de los españoles era la ballesta, que ‘mataba a muchos indios', y que disparaba proyectiles o saetas. Su poder de ataque disminuyó por el lento mecanismo de la recarga del arma, lo que influyó en que la respuesta de los indígenas se tornaba más agresiva. La orden de Espinosa consintió en mandar de nuevo a los indígenas enemigos de Paris, y evitar exponer a los españoles a una derrota inminente. Esperaron los españoles otra embestida. Esta vez utilizaron hombres a caballo. La orden dada por Espinosa fue la captura de Paris y lograr diezmar a las huestes indígenas, lo cual se le imposibilitó por los guardaespaldas del cacique.
Otra arma de guerra letal que ocasionó daños fue el caballo, ya que los indígenas se asustaron y se refugiaron en los árboles.
Esto permitió que fueren asaetados por las ballestas. La lucha fue recia y la ofensiva castellana se detuvo en varias ocasiones por la respuesta militar y la estrategia de los indígenas. Otro elemento que dificultó a los españoles consistió en el nulo desconocimiento del terreno. Además, es evidente el hecho de subestimar los españoles a los indígenas debido a su triunfo sobre Natá. También al desconocimiento de que los indígenas de esa región tenían su propia jerarquía política y entre ella se encontraban los guerreros, los Cabras cuyo puesto en la sociedad era relevante. Según la Dr. Reyna Torres de Araúz, se destacaba por sus constantes guerras con las tribus vecinas.
La ayuda de los indios mansos de Comagre fue elemento importante que les proveyó al elemento militar de los españoles, una fuerza de avance importante. Este hecho hizo girar la balanza hacia el refuerzo de los castellanos en la conquista de estas regiones. La batalla de Paris fue de seis horas en asoladas y reagrupamiento de las tropas españolas. Agrega el capitán Espinosa lo siguiente: ‘Y tuvimos esta batalla con los dichos indios tan reñida y porfiada; entraron más de seis horas, …Hicimos noche allí a donde desbaratamos los dichos indios; otro día en viendo el alba envié al capitán Pablo Mexia con hasta setenta hombres y con guías en busca de asiento y comida del dicho cacique y yo con toda la otra gente en pos del hallamos sus bohíos y asiento recién quemado'.
Triunfo o derrota y bien masacre de los indígenas por el oro, perlas y la toma de territorios, así no más se constituyó la avanzada civilizadora, partiendo Espinosa de esa región el cuarto día de navidad de 1517. Con el amargo sabor de la huida de Paris y la fiera resistencia indígena contra los capitanes de Pedrarias Dávila, quien dos años después fundara Panamá Viejo.