La astucia de Colón
- sábado 05 de noviembre de 2011 - 12:00 AM
Si bien los panameños en la ciudad capital ya estaban celebrando su separación de Colombia el 3 de noviembre de 1903, no fue sino dos días más tarde -en Colón- que realmente se aseguró la victoria istmeña.
Mientras los próceres proclamaban la separación en diversos puntos de la ciudad capital, el ejército colombiano había mandado a la Bahía de Colón los barcos de guerra Cartagena y Alexander Bixio, con 500 soldados, cuya misión era tomarse el puerto y la ciudad, luego avanzar hacia la capital para sofocar la gesta. Otro buque, el estadounidense Nashville, esperaba los movimientos.
El hecho de que los militares colombianos no abrieran fuego fue el gran logro de Colón.
Olmedo Beluche, sociólogo y autor del libro ‘La verdadera historia de la separación de 1903’, relata que gracias a maniobras estratégicas y astucia de las autoridades del ferrocarril -administrado por los estadounidenses- se engañó a los coroneles Tobar y Amaya (quienes comandaban a los colombianos) a partir solos rumbo a la capital.
Fue en este momento que ambos militares colombianos fueron tomados como prisioneros por el general Esteban Huertas, colombiano que se había pasado al bando de los separatistas.
Al enterarse de la jugada, el Coronel Eliseo Torres, quien quedó al mando de las tropas, comenzó a proferir amenazas de acabar con todos los panameños y norteamericanos.
Con la intención de evitar un derramamiento de sangre, los miembros de la Junta Revolucionaria Colonense (Porfirio Meléndez, Carlos Clement, Orondaste Martínez, Juan Antonio Henríquez, José Lefevre y Luis Estenoz) comenzaron una negociación con Torres para convencerlo de no avanzar hacia la capital. Lo que terminó convenciéndolo fue el pago de 8 mil dólares. A bordo del vapor Orinoco, los soldados restantes regresaron a Cartagena.
‘Algunos autores alegan que él (Torres) aceptó el soborno, otros dicen que no se sabe que pasó con Eliseo Torres, y un grupo opina que fue arrojado al mar, camino a Cartagena, por los soldados norteamericanos’, cuenta Beluche.
La noche del 5 de noviembre de 1903, una vez lograda la meta de hacer regresar a los colombianos, el miembro de la Junta Revolucionaria de Colón, Juan Antonio Henríquez, envió hacia Panamá un telegrama con el siguiente mensaje: ‘Solo ahora, 7:30 p. m., puede decirse que la independencia de Panamá está asegurada’.
El ensayista colonense, Max Salabarría Patiño, en su obra La ciudad de Colón en los predios de la historia, señaló: ‘Es ilógico pensar que esa separación estaba realmente lograda el 3 de noviembre de 1903, cuando parte vital del territorio ístmico estaba todavía en manos del Gobierno colombiano; en esa fecha, un barco de guerra, el Cartagena, se encontraba anclado frente a Colón, presto a respaldar a las autoridades de Colombia’.