La adicción, una enfermedad física, mental y espiritual

DROGAS

T odo empezó como un juego para Luis, quien a sus 13 años, inhaló un carrizo con droga. Lo que no sabía es que su curiosidad se convertiría en un dolor de cabeza tanto para él como para su familia.

Consumir la drogas le gustó, e inhaló esta sustancia hasta cinco o seis veces cada día. Entre más consumía, más quería. Y si no tenía dinero, le robaba a su propia madre, comentó el joven.

A los 18 años entró a una pandilla. ‘Me creía lo máximo, el intocable, pero mi burbuja solo duro 6 meses, pues un día que iba para una fiesta fui impactado con tres disparos', contó y agachó la mirada

Luis solo recuerda el dolor de los impactos de las balas y que quedó tendido en el suelo pidiendo ayuda. Esto sucedió en plena fiesta de la Virgen del Carmen, en Pocrí, Aguadulce, provincia de Coclé. Al abrir sus ojos ya se estaba en el hospital entre la vida y la muerte.

Los médicos no le daban esperanzas, pero a pesar de eso sobrevivió. pero hoy en día está postrado en una silla de ruedas.

‘Las pandillas y las drogas no lleva a nada bueno, eso lo entendí, al estar a punto de morir', aseguró.

Luis buscó ayuda. Ya lleva tres años que dejó ese mundo de perdición y, actualmente, está congregado en una iglesia evangélica

De acuerdo con datos de la Segunda Encuesta Nacional de Hogares sobre Consumo de Drogas de la Comisión Nacional para el Estudio y la Prevención de los Delitos Relacionados con Drogas (Conapred), efectuada en 2015 y divulgada en el 2017, unas 22,553 personas, entre 12 y 65 años, consumieron marihuana, cocaína, éxtasis, pegón, entre otras.

Al menos 3,700 eran adolescentes de 12 a 17 años; 10,129 tenían entre 18 y 24 años, y cinco mil 723, entre 25 y 34 años.

El estudio también reveló que la marihuana es la sustancia ilícita de mayor consumo en el mundo, y en el país. Unas 15,038 personas usaron esta sustancia.

Busca ayuda

Conocer que la adicción a las drogas es una enfermedad y tener el deseo de parar de consumir, es el primer paso que debe dar un adicto para dejarlo.

En Panamá, hay asociaciones en que las personas con esa adicción pueden acudir y luchar para dejar atrás ese mundo, entre ellas está Narcóticos Anónimos, que opera hace 35 años y tiene actualmente 18 grupos en todo el país.

Voceros de Narcóticos Anónimos comentaron, que ‘el consumo de cualquier droga afecta la salud mental, lo espiritual y destruye todo lo que se tiene en su entorno: familia, trabajo, amigos, se pierde hasta la dignidad de ser humano. El adicto se convierte en un fantasma o un muerto vivo'.

Esta asociación abre sus puertas para todo aquel adicto que tiene el deseo de cambiar, no importa su religión o su preferencia sexual.

‘Muchas personas llegan, porque perdieron a su familia o ingresaron a un hospital por sobredosis, problemas con las autoridades o se sienten derrotados y cansados de sufrir', expresaron.

Los voceros resaltaron que las terapias son gratis, de un adicto ayudando o otro adicto, en reuniones de grupos en sus comunidades. Son 12 pasos para la recuperación personal, 12 tradiciones para mantener la unidad y el orden. Estos pasos están traducidos en varios idiomas, ya que Narcóticos Anónimos se encuentra en 150 países. ‘Es un día a la vez. la recuperación es posible', dijo.

Si está cansado y tiene el deseo de dejar este vicio, pues llame 6735-3030. Esta línea funciona las 24 horas o ingresar a www.napanama.org. Está a tiempo busca ayuda.