Abogada Edna Ramos envía carta abierta tras incidente con uniformados

La abogada Edna Ramos Chue en una carta abierta dirigida al director de la Policía Nacional,John Dornheim, pidió disculpas por un incidente ocurrido el el pasado viernes 24 de mayo alrededor de las 2:50 p.m., con dos unidades de la Policía Nacional, en la intersección de la Avenida Ecuador y Avenida Central (justo frente a la Iglesia Don Bosco y en las inmediaciones del Ministerio Público).

Los motivos expuestos en la carta.

Mi preocupación obedece que lo siguiente:

1. Una de estas unidades (que no pertenecen a la Dirección de Operaciones de Tránsito), me solicitó que le mostrara la licencia de conducir, lo cual hice y, para mi sorpresa, me la arrebató de la mano.

2. Me dijo que no me podía estacionar en ese lugar, a lo cual le mostré que dicha acera no está señalizada con color amarillo ni aparece letrero alguno que prohiba estacionarse a orilla de calle. Es de todos conocido que los particulares podemos hacer todo aquello que la ley no prohíba.

3. Cuando le solicité que me la devolviera, se negó y me dijo que no me podía mover del lugar hasta que llegara la unidad del Tránsito, lo cual hubiere constituido una privación ilegal de mi libertad, sin haber mediado una infracción, ni mucho menos, una colisión o daño a terceros.

4. Habida consideración de que estaba frente a un abuso de autoridad al arrebatarme y retener la licencia de conducir sin motivo ni autoridad alguna para ello y el intento de privación de libertad, decidí recuperar la licencia y retirarme del lugar.

Mis disculpas obedecen a lo siguiente:

1. Desconozco la verdadera motivación por la cual estas unidades tomaron la decisión de retenerme, pero lo que sí percibí de parte de uno de ellos fue una notable frustración y, como lo advirtió el Presidente Electo en alguna ocasión, baja autoestima.

2. Tenía cita en otra fiscalía a las 3:00 p.m., por lo que ya estaba medida en tiempo y este incidente me había retrasado, lo cual era un elemento estresante.

3. Hubiese querido conversar un poco más y dirimir esta situación con un diálogo razonado, mesurado y debidamente sustentado, como ameritaba la situación, pero la inminencia de la hora me hizo errar. De ahí mis sentidas y sinceras disculpas.

Desconozco el nombre de las unidades involucradas y, lejos de buscar una controversia o un proceso disciplinario, estoy convencida de que hace falta una permanente y efectiva capacitación a las unidades de la Policía Nacional, que les permita discernir ante determinadas situaciones.

Al agradecer la valiosa atención que se sirva brindar a la presente, me valgo de la oportunidad para reiterar las seguridades de mi más alta estima y muestras de consideración.