El 85% de los adolescentes y jóvenes sufrirá de acné

- domingo 28 de mayo de 2023 - 12:00 AM
El acné es una enfermedad común de la piel y afecta en un 85% a personas entre 12 y 25 años.
De allí que los padres de familia deben saber cuándo es prudente acudir al médico por esta enfermedad.
De acuerdo con la dermatóloga Katherine Muñoz, los padres de familia deben comprender que el acné es una enfermedad, si bien muchos adolescentes van a tener las llamadas ‘espinillas' con el desarrollo, se debe atender con el dermatólogo, ya que muchas veces un acné no tratado a tiempo puede dejar cicatrices que desafortunadamente son más difíciles de corregir.
Explicó que para controlar el acné primero es importante conocer qué lo pudo haber desencadenado.
La especialista detalló que entre los factores de la aparición del acné está la llegada a la adolescencia, el uso de medicamentos como suplementos a base de vitamina B, utilización de productos inadecuados para la piel, entre otros.
La experta aconsejó a las personas que estén atravesando por esta afección tener una higiene adecuada tanto en la mañana como en la noche.
Resaltó que las mujeres no deben ir a la cama con maquillaje y, sobre todo, evitar colocar ‘remedios caseros' que lo pueden empeorar o incluso manchar la piel.
Dato de la Caja de Seguro Social (CSS) reflejan que la afección predomina en un 85% en personas de entre 12 y 25 años, pero después de esta edad también puede aparecer. Esto último se le conoce como acné de adulto, siendo más frecuente en mujeres por causas hormonales.
Además, puede aparecer en etapas tempranas al cual se le llama neonatal o del lactante, que es generalmente transitorio.
Según Muñoz las áreas comunes donde aparece son el rostro, pero también puede ocurrir en espalda y pecho. ‘En las formas graves, incluso el paciente puede tener úlceras, cicatrices y otras afectaciones', enfatizó.
Entre las causas multifactoriales de esta enfermedad, según la CSS están: la predisposición genética, u hormonal; la bacteria cutibacterium acnés; cosméticos oclusivos o grasosos; estrés; factores mecánicos; medicamentos como vitaminas de complejo B; alimentos con alto índice glicémico (azúcares refinadas, dulces, sodas, bebidas azucaradas, lácteos sobre todo la leche descremada, el chocolate y comidas grasosas).
La entidad ha manifestado que el tratamiento es individualizado, dependerá del tipo y severidad, con tratamientos tópicos y sistémicos de ser necesarios, adecuada limpieza facial con dermolimpiadores, no manipular las lesiones para evitar infecciones, cicatrices y manchas, protección solar, usar cosméticos y cremas en cara que sean libres de grasa (oil free), estilos de vida saludable y dieta adecuada.