Manjol se desborda

El problema de las aguas negras en el distrito parece de nunca acabar, ahora los afectados son los moradores de calle E, en El Valle de San Isidro.

Un desborde en uno de los manjoles de esta barriada, en el corregimiento de Omar Torrijos, hace más de un año, ha contaminado una quebrada que pasa detrás de las residencias, infectando el lugar con olores fétidos.

Según los residentes, el problema los enferma porque en el lugar hay muchos niños recién nacidos y adultos mayores que tienen que respirar esos gases contaminantes.

Enrique Ávila, residente, señaló que tiene más de treinta años de estar conociendo este problema y recuerda que en algunas ocasiones lo arreglan, pero nuevamente se daña.

Ávila destacó que algunos vecinos aún tienen servicio de letrina y sus desechos fisiológicos van directo a la quebrada.

‘Esto no se aguanta, día y noche soportando los malos olores’, dijo el afectado.

En el riachuelo, cubierto por herbazales, se aprecia que la base del manjol está cediendo y a punto de colapsar.

El contacto con las aguas negras puede producir enfermedades a los seres humanos como cólera, hepatitis, erupciones en la piel y diarrea.

Pablo Ayala, otro de los afectados y quien vive a escasos cinco metros del origen del daño, explicó que las cuadrillas del Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (IDAAN) conocen el problema.

‘Hemos reportado esto muchas veces, pero no nos hacen caso’, sostuvo Ayala.

‘SE ROBAN LAS TAPADERAS’

Miguel Ángel González, encargado de aguas negras de la regional del IDAAN, manifestó que el constante robo de hierro es uno de los principales factores para que los manjoles se desborden.

González aclaró que los manjoles, al estar descubiertos, se llenan de basura y al crecer la quebrada se obstruyen las tuberías.

El funcionario pidió a los afectados hacer los reportes al Centro de Atención Ciudada-na 311 para que la institu-ción conozca el problema y pueda enviar las cuadrillas al lugar.