Lenta demolición
- miércoles 07 de julio de 2010 - 12:00 AM
Seis meses han pasado desde que las autoridades municipales de David decidieran cerrar por insalubridad el mercado público y los trabajos de demolición avanzan a paso de tortuga, situación aprovechada por los orates y personas de mal vivir.
Los transeúntes y buhoneros que laboran en áreas aledañas están atemorizados porque aseguran que ahora el sector se ha convertido más peligroso.
Para la comerciante Xenia Linares, seguir trabajando a pocos metros del lugar es un peligro que diariamente debe enfrentar para poder ganar dinero y llevar el sustento a su hogar.
Desde borrachos, indigentes y hasta ociosos que utilizan las estructuras como baño público se han apoderado de las mismas, convirtiendo el lugar en una zona roja.
El ministro de la Presidencia, Jimmy Papadimitriu, en su reciente visita a la provincia dijo desconocer qué proyecto se desarrollará en este terreno.
Por su parte, Francisco Vigil, alcalde del distrito de David, solo señaló que los trabajos de demolición y adecuación se realizan poco a poco porque no existe el presupuesto suficiente para a la culminación inmediata de los mismos.
Hasta ahora, el único avance que muestra el viejo mercado es la remoción de techo y cableado eléctrico.