Una flor y una pala

  • jueves 06 de marzo de 2025 - 12:00 AM

Llegará otro 8 de marzo, volveremos a reflexionar sobre las luchas de las mujeres por una igualdad que no he visto llegar en mis cincuenta y muchos años.

Comienzo por decir que los hombres panameños que están trabajando son un 59 por ciento, mientras que las mujeres son el 41 por ciento.

El porcentaje de salario es menor en las mujeres que en los hombres, digan lo que digan, como reza la canción de Raphael.

La percepción femenina sobre el índice de igualdad salarial es que las mujeres ganamos menos que los hombres y trabajamos más, porque se ha internalizado la igualdad de los roles en las actividades domésticas entre hombres y mujeres.

Las causas son culturales, y se requiere que haya un cambio en el comportamiento social de la división de las tareas domésticas.

Yo lo veo a diario en mi trabajo. Las mujeres nos despertamos a las 3 a. m. para poder llegar a tiempo al trabajo, el trasporte todavía es un obstáculo y, cuando llegamos a casa, hay que cocinar, atender a los hijos, lavar y planchar. Por eso estamos fatigadas a las 11 a. m., «el cuerpo no da para tanto».

Muchas mujeres simplemente no pueden trabajar porque todavía existe la creencia de que las mujeres son de la casa y los hombres para la calle, y vemos todavía que la mujer se queda en casa. Conozco una pareja de profesionales de clase media. No pueden costear una niñera y, a la hora de elegir quién trabaja y quién se queda al cuidado de la casa, esta última es todavía la mujer. Igual que a la hora de estudiar.

No, mis queridas, falta mucho.