Infidencias y confidencias del 7 de noviembre de 2024

Alborotando. Por ahí el magistrado electorero que nombró Cachaza anda revolviendo el caldero para quedarse como presidente. Y también le hace la cama al reemplazo del Eterno Lalo. No lo dice cualquiera, lo dice el profe de las letanías que también asesora en San Felipe. Plof, plof.

Revuelta la cosa. Y hablando de la Plaza de la Democracia, la cosa no está para humanos por esa área: por una esquina están desocupando los escritorios y por la otra están contratando fichas bien pagas, como el vástago de un asesor de un magistrado con 5 mil palos. Ajoo.

Madrugonazo. Hay denuncias que en el proyecto Miguel “Mickey” Sierra varias familias ya habían firmado la documentación solicitada, fueron capacitadas sobre las normas de convivencia y solo esperaban las llaves de los apartamentos y ahora les salen con el cuento chimbo que se perdieron los papeles.

Vientos de guerra. Es evidente que a los zurdos les picaban los pies por salir a trancar calles, no había llegado el proyecto de ley del Cajetón y estaban en la Cueva. Una de las cabecillas era la profe de la vida digna, tirándole piedras a las paramétricas. Amanecerá y veremos.

Tan fichadas. Por la Arap está sonando un escandalito con unos expedientes. Hablan de varios ceros y porcentajes entre funcionarios. Preguntan por el clan de las cocobolas, que viene haciendo japai desde los tiempos del GobierNito.

Pata coja. Un palanca preguntando por qué la Junta Directiva de la Triple T no sesiona. La cosa no camina desde que echaron a los canastrosos y no saben cómo integrar a los transportistas. Hay una demanda en Antai, desde el gobierno anterior.

Taquilla mojada. En la tierra de Urracá el diputado mantequilla se puso su capote para hacer Tiktok, aprovechando el mal tiempo. Lo raro es que en la Cueva no abre la boca ni para pedir mayor presupuesto a su provincia. El ‘show’ debe continuar.

Echando los perros. En la sede de los Subsidios de Panamá Norte hay un dandy que se la pasa enamorando a las jóvenes; a las longevas las manda a las misiones oficiales en los barrios populares, en el respectivo metrobús porque ni el transporte les dio.

Mal crónico. Que le pongan la lupa a los galenos de la Berraquera, los asegurados madrugan a sus citas y ellos aparecen a las 9 de la mañana. Hay que subir y bajar santos para que asistan, no son todos, claro, a justificar el jugoso salario. Bellacos.

Mandando. Por lados de Conades de la Altiva el hijo del exministro fibra de vidrio lo vieron dirigiendo la operación de rescate. Un jode paciencia dice que está descansado por lo que no trabajó en 5 años con sus 2.5 K que se embolsilla.

Disputa de territorio. Que la gente que debe cuidar a los enfermos en el Gustavo Nelson Collado se la pasa vendiendo legumbres, comida y buhonería de oficina en oficina. Pero a los billeteros, apenas ponen un pie adentro, les echan los manes de seguridad.

No desfilaron. A los pelaos del Instituto de Formación Marítima John Dewey los echaron de la calle 50 el día de los Símbolos Patrios; resulta que los convocaron a una hora y no habían terminado aún cuando el pelotón de tongos los sacó de la ruta. Bárbaros.