- jueves 15 de agosto de 2024 - 12:00 AM
Fuego con los bomberos. Por la entidad de los apagas fuego hay un siniestro que no se apaga. Están pidiendo la cabeza del comandante del cuartel por no atender el clamor y necesidades de la tropa traga humo. Santa Cachimba.
Nunca antes. La delegación olímpica recibió chen chen como nunca antes, 50 mil para la medallista de plata, 10 mil a cada uno de los 7 atletas que compitieron con honor y gallardía. En total 120 mil kanguros, bien ganaos, muchachos.
Ajustes necesarios. Y hablando de deportistas, hay que escuchar la voz de los pelaos que piden más estadios, gimnasios, técnicos, apoyo en todas las disciplinas, etc. Una nueva visión del deporte en Panamá, es lo que se espera del Pan de los Deportes, sin necesidad de elevarlo a ministerio.
Río revuelto. Por ahí salió el Jinete Blandito hablando de números y fórmulas para salvar las pensiones del Cajetón. Recuerda un jode paciencia que Farmacia le mandó varias cartas para que publicara el informe del subsidio electorero y nananina que lo soltó. Ave María pues.
Bajando el hacha. La cosa no está para humanos en ciertas juntas comunales de la city, siguen guillotinando hasta a los funcionarios con discapacidad y los parques los están quedando sin trabajadores. Y tampoco pagan las quincenas, ni a los sobrevivientes ni a los botaos.
Letanías. Comenta un jubiloso que los programas de opinión mañaneros se están transformando en letanías confesionales. En el patio limoso y en la vereda tropical, hay libertad de culto, señores. Firulais, ojo con eso.
Pérdidas. Me dice un numerólogo que la pérdida de velocidad del sector inmobiliario en China se sentirá a finales de 2024 y se extenderá hasta mediados de 2025. Las economías avanzadas miran hacia los patios traseros.
Alerta internacional. Corre corre en África por una variante de la viruela del mono. La nueva cepa es más mortal que la que causó una epidemia mundial en el 2022. Suena lejos, sí, pero todo lo que huela a virus se expanden a millón. Ya pasó con el mortífero coronavirus.
Buco poder. Al ministerio de la Culebrita llegó un funcionario que ha puesto la cosa patas pa’ arriba, dicen que nadie puede mover un dedo o un papel si no tiene su aprobación. Y se jacta de mandar más que el propio ministro. Ajoo.
Terrenicidio. Salió una tía denunciando a la sobrina alcaldesa de Arraiján por mocharle unos metros de su lote titulado. Es un lío terrenal que viene desde antes de la elección de mayo y que ya se ha ventilado en los entes justicieros.
Sin rumbo. Los puentes y las aceras de las principales ciudades del país están ganando verdor y nadie limpia nada. El mantenimiento de esas estructuras es cosa del pasado, mientras otros hacen taquilla en Tik Tok.
Raterillos. En el Rincón de Santa María se robaron todos los equipos eléctricos de los pozos del Instituto de la Gotera y nadie vio ni escuchó nada. Ahora siguen pagando justos por pecadores y no tienen ni una gota del vital líquido. Sus’alabao.
Arriba y abajo. A la sede de Los Techos de la tierra del chicheme regresó uno que cuando fue mandamás tuvo su lío en una pérdida de materiales y otros costosos activos oficiales. Dicen que es ficha de una dipu de Arraiján.